El proyecto Viña Meín – Emilio Rojo acaba de presentar O Gran Meín Castes Brancas y O Gran Meín Tinto, vinos que expresan, desde la parcela de Meín, la autenticidad del paisaje de O Ribeiro gracias a un trabajo meticuloso tanto en viñedo como en bodega. “Estos dos nuevos vinos marcan el camino del proyecto: mientras Emilio Rojo se mantiene como único vino de parcela, los O Gran Meín son vinos para la guarda que proceden de varios viñedos y variedades de la finca”, explican desde Alma Carraovejas. Así, Viña Meín – Emilio Rojo asienta las nuevas elaboraciones en una apuesta por el manejo de viñedo tradicional de la zona; por la recuperación de trabajos vitícolas históricos como el sistema de rodriga o el injertador de campo; por el minifundismo regional y sus beneficios para la vitivinicultura; por el conocimiento y la identificación de biotipos de las variedades autóctonas más interesantes; y por un suelo particular, el de granito descompuesto o sábrego que, junto al clima singular de O Ribeiro, “ofrece una interpretación a través de los vinos de la historia, la cultura y el patrimonio de este lugar”, matiza la bodega.
O Gran Meín Castes Brancas respeta al máximo la identidad de cada parcela gracias al minifundismo. “La elaboración y crianza de O Gran Meín Castes Brancas se realiza en pequeñas partidas, separadas gracias a la riqueza de variedades que tiene la zona y al carácter de división del terreno que da sentido a estas microvinificaciones”, explica Laura Montero, directora técnica del proyecto. Esta elaboración cuidadosa culmina con una unión final en la que la parcela de Meín es la parte fundamental de este vino. Por su parte, la elaboración de O Gran Meín Tinto -apenas 2.000 botellas- incluye dos de los bancales de la parcela de Meín, cultivados históricamente con Garnacha tintorera, junto a otras dos viñas situadas en las pedanías de Ribeira y Osebe, con viñedos de Caíño longo y Brancellao. De cara al futuro, el proyecto ha apostado por recoger el testigo de viñedos históricos de variedades autóctonas en la zona cercana a Pazos de Arenteiro, las laderas con más tradición de uvas tintas. Con las últimas compras de parcelas se prevé un pequeño crecimiento paulatino de elaboración de vinos tintos.
Por otro lado, Alma Carraovejas informa de que la nueva añada de Emilio Rojo, la 2018, empezará a estar disponible en los próximos días. “En la añada 2018, con su elaboración posterior y con una crianza superior a lo habitual, empezamos a expresar la esencia de lo que es el futuro de Emilio Rojo”, apunta el viticultor.
Actualmente, junto a Emilio Rojo 2018, O Gran Meín Castes Brancas 2019 y O Gran Meín Tinto 2019, las referencias del proyecto se completan con O Pequeno Meín Blanco 2019 y Viña Meín Blanco 2018. O Pequeno, que lleva en el mercado desde finales del año pasado, es un vino con un carácter más inmediato y de disfrute. Por su parte, Viña Meín Blanco 2018, que empezó a comercializarse a en noviembre de 2019, se mantiene a la venta como un vino de transición del que nunca habrá más elaboración. Y es que durante el ensamblaje de esa añada se dieron los primeros pasos hacia lo que posteriormente, con la vendimia 2019, se perfiló como O Gran Meín Castes Brancas.