La vendimia en la D.O. Rías Baixas se cerró con total normalidad, pese a las singulares circunstancias que la rodearon este año. Las 159 bodegas implicadas recogieron 34.470.166 kilos de uva, un 6,38% más que en la campaña anterior, y los rendimientos medios se situaron en 8.420 kilos de uva por hectárea.
Como indican desde el Consejo Regulador, las previsiones apuntaban a que podría ser una vendimia más abundante, pero finalmente “los racimos no pesaron todo lo esperado”. Como explica el director técnico, Agustín Lago, “lo relevante es el óptimo estado de la uva a su entrada en bodega, también el hecho de que la meteorología acompañó para que se pudiera recoger en el momento idóneo de maduración, así como de forma ordenada y con tranquilidad”. Así las cosas, las expectativas para los vinos son buenas. “Los mostos destacan por su intensidad aromática y equilibrio, o sea, su compensada acidez con la graduación”, añade Lago.
En la D.O. Rías Baixas, las variedades blancas representan el 99,08% de la uva recogida, abanderadas por la Albariño que superó los 33 millones de kilos, y seguida por la Caiño Blanco, la Loureira y la Treixadura. Las variedades tintas representan el 0,92% del total, con la variedad Sousón como principal, seguida por la Mencía y el Caiño Tinto. En cuanto a la producción por subzonas, el Val do Salnés continúa siendo la de mayor producción con una representación del 64%, seguida por el Condado do Tea con un 21% y O Rosal con el 9,3%.
