La Asociación de Albergues Privados de Galicia, Agalber, quiere hacer pública su “preocupación” por las “múltiples quejas” que los peregrinos exponen a sus asociados ante el “mal estado” de los albergues 
públicos. Según afirman desde el colectivo, muchos de estos caminantes llegan a establecimientos privados “llenos de picaduras de chinches” y exponiendo el “mal estado” de las instalaciones de los albergues controlados por la Xunta y por otras comunidades por donde discurre el Camino. “Esto provoca problemas a nuestros asociados, a los que sus clientes escriben malas críticas por un problema que no es nuestro sino derivado de los públicos”, apuntan desde Agalber.
La asociación insiste en que “a diferencia de los albergues públicos, los privados sí estamos sometidos a una estricta normativa en cuanto a higiene y control de plagas, que hemos de cumplir a riesgo de ser sancionados. Capítulo que no se exige ni se controla en los establecimientos públicos”, reiteran. Para los establecimientos privados, esta circunstancia supone “un agravio comparativo” que hace daño a su imagen.
Por otro lado, el colectivo traslada las quejas de los peregrinos por el funcionamiento en las últimas semanas de la Oficina del Peregrino, donde se recogen las Compostelas. “Según nos informan, la falta de voluntariado que ayudaba provoca que el personal sea claramente insuficiente para dar salida a todas las peticiones que se registran al día. Es más, ha habido peregrinos que se han vuelto a sus países de origen sin su certificado porque no se le ha podido atender”, afirman desde Agalber. Por tanto, el colectivo solicita “que se ponga remedio a esta situación que daña la imagen del Camino, provoca malestar entre los peregrinos y es insólita en toda la historia del Xacobeo”.
