Bodegas Altos de Torona (Tomiño) acogió la IV Jornada del Grupo de Estudio de Historia de la Neurología y Humanidades para el análisis de la relación entre la neurología y el vino. Coordinada por los doctores Juan Pías Peleteiro y Alfredo Puy Núñez, del Hospital Clínico Universitario de Santiago y Hospital de Pontevedra, respectivamente, contó con intervenciones sobre temas diversos que analizaron la importancia del vino en la Historia de la Neurología y la existencia de otras sustancias enteógenas con una similar función social en la Europa previa a la romanización. Durante el encuentro se realizaron intervenciones por vía telemática y los contenidos de las mismas fueron grabados y estarán disponibles en la página web de la Sociedade Galega de Neuroloxía. La jornada, que se desarrolló en el inmejorable escenario natural que ofrece Altos de Torona con sus 94 hectáreas de viñedos y de más de medio millar de olivos, se inició con el primer bloque de estudio bajo el título “¿Sarmientos entrelazados? La historia del vino en la historia de la neurología. La sombra. Patología del sistema nervioso central y periférico asociada al consumo de etanol y metanol”, tema que desarrolló la Dra. María Santamaría Cadavid, neuróloga del Complejo Hospitalario de Santiago de Compostela. A continuación, los asistentes dieron un corto paseo por el entorno que, gracias a la convivencia de hasta 160 especies de fauna y flora, cuenta con la certificación en Producción Integrada.
La ponencia “La controversia: ¿Es el vino neuroprotector?”, por el Dr. Ernesto Cebrián Pérez, neurólogo en Pontevedra, inició el último bloque que trajo a cuenta un informe sobre el cultivo de la vid. Los doctores Francisco Felipe Figueroa y Francisco Javier Carod Artal, neurólogo del Raigmore Hospital de Inverness, cerraron la jornada, que concluyó con un paseo por la Ruta de la Biodiversidad en los viñedos Altos de Torona, un proyecto que la bodega viene desarrollando desde hace años para alcanzar una mayor sostenibilidad ambiental del suelo, el entorno y los procesos de cultivo; y donde conocieron de primera mano el espacio de biodiversidad y hábitat natural que se encuentra entre las hileras de las variedades albariño, loureira, caíño o godello.
