La Deputación de Pontevedra y los sectores de la hostelería y el turismo de la provincia cerraron este miércoles, en sendos encuentros en Vigo y Pontevedra, el compromiso de la institución de destinar el 1% de su presupuesto a apoyar a estos colectivos tan duramente afectados por la pandemia. Los diputados Carlos Font y Santos Héctor mantuvieron sendos encuentros con representantes de Feprohos, la Asociación de Ocio Nocturno y Zona Náutico de Vigo, por un lado; y de la Asociación de Hostalería da comarca de Pontevedra (Hoempo) por otro, a los que trasladaron la “decisión firme de la Deputación” de mantener sus compromisos con el sector.
Los diputados siguen pidiendo un mayor esfuerzo económico a la Xunta porque “tiene recursos de sobra frente a las carencias de diputaciones y concellos que recibieron ni un euro ni del Estado ni de Europa”, apuntó Carlos Font. “La Xunta está obligada a rescatar al sector. Ellos toman las decisiones sanitarias, ellos cierran los establecimientos y ellos tienen la responsabilidad que pretenden derivar al mundo local”, añadió.
Los diputados provinciales pidieron a los colectivos que tengan la “máxima confianza” en la gestión que van a hacer Diputaciones y Concellos con sus ayudas. “Lo venimos demostrando una y otra vez antes y durante la pandemia. Hay concellos en esta provincia, como Silleda, que tramitaron todo en 18 días. La Xunta -insisten- demoró ocho meses la publicación de las primeras ayudas y aún hoy hay gente que no cobró”.
La directiva de la Asociación de Hostalería da comarca de Pontevedra (Hoempo) agradeció la convocatoria, lamentando que la única información recibida sobre las negociaciones de Santiago les hubiera llegado hasta el momento por la prensa. La asociación pontevedresa, que participa en los movimientos que se están produciendo para la futura creación de una Federación Galega de Hostalería, expresó su insatisfacción con las ayudas recibidas en la anterior convocatoria de la Xunta. Según explicaron, estas ayudas no llegan a mucha gente o llegan tarde y mal; pero lo peor es que la mayor parte de los hosteleros no se pudieron presentar porque la “letra pequeña” exige estar al corriente con la Hacienda pública “y la gente no tiene dinero para pagar los impuestos”, señalan.
