Eduardo Iglesias (Monforte de Lemos) es piloto amateur pero puede presumir de haberse convertido en el primer lucense en competir en la categoría de motos del Rally Dakar, considerado como una de las pruebas más duras en el mundo del motor. Y este 2025 afronta una nueva edición, habiendo cumplido ya con creces su sueño de la infancia de participar en el Dakar y competir con los pilotos más laureados del mundo. Pero, ¿y cómo es Eduardo como turista? Vamos a recordar algunos de los secretos que nos confesó en su día este intrépido monfortino.
¿Cuál es el primer viaje que hiciste por tu cuenta?
No sé si esto se puede considerar un viaje, aunque para mí fue toda una experiencia. Hice el Camino de Santiago desde Sarria con mis padres en el 92 cuando este tipo de turismo (o experiencias) no tenía tanto auge, y tampoco había la infraestructura de alojamientos que existe actualmente, por lo que tuvimos que organizarlo todo por nuestra cuenta. Descubrir los paisajes por los que discurre el Camino, sus pueblos y costumbres es algo inolvidable.
¿Qué es lo primero que compruebas cuando entras en la habitación de un hotel?
Sin duda, la cama. Para mí, poder descansar bien cuando estoy de viaje es fundamental. Sobre todo cuando viajo para entrenar. Tras largas jornadas subido en la moto, poder dormir cómodamente en una buena cama es esencial.
¿Cuál es tu viaje soñado?
Son muchos los viajes que me gustaría hacer y que tengo en mi lista de “must”, algunos puramente turísticos y de placer, y otros en los que podría compaginar mi pasión por las motos. Uno de ellos sería realizar una ruta en moto por el desierto del Gobi en la frontera entre Mongolia y China. Tras haber probado los desiertos del Sahara y de Arabia, creo que éste sería un buen destino para explorar en moto.
Si te perdiesen la maleta, ¿qué es lo que más echarías de menos?
Suelo ser muy organizado, y procuro llevar un poco de todo en mi equipaje de mano, por lo que en un principio creo que podría sobrevivir unos cuantos días sin echar nada de menos. Bueno, ¡salvo en el caso de que estuviera viajando para una competición! En este caso estaría perdido porque normalmente en la maleta va todo el equipo que necesito para correr.
¿Cuál es el souvenir más insólito que compraste alguna vez?
En un viaje a Marruecos tuve la oportunidad de visitar un poblado en el que unos niños me hicieron un camello de trapo que le regalé a mi hijo Martín. Creo que ha sido el recuerdo más bonito, emocionante y diferente que me he traído de mis viajes.
¿Con qué personaje darías la vuelta al mundo en 80 días?
Con mi hijo Martín, me encantaría meterle el gusanillo y la inquietud por viajar. Si tuviera que pensar en un personaje público creo que Jesús Calleja sería el candidato ideal. Su espíritu aventurero me fascina, creo que sería una gran compañía.
Tu peor recuerdo de un viaje es…
Cuando me lesioné un hombro en un entrenamiento en medio del desierto en Marruecos. Me llevaron al médico que estaba en el pueblo más cercano. El viaje hasta allí ya fue un auténtico calvario y una vez en el Hospital, la asistencia sanitaria fue un poco precaria por falta de medios. ¡Menos mal que la lesión no era muy grave!
¿Qué es lo más extraño que has comido en un viaje?
No soy muy de experimentar. Nunca he sentido la necesidad de probar cosas extrañas, como por ejemplo los insectos que tanto se utilizan en la cocina asiática o mexicana. Como buen gallego me gusta la comida donde prima el producto y su sabor sobre los aliños y aderezos. Si el producto es bueno, no se necesita mucho más.
¿Cuál es tu trago preferido y el mejor momento para tomarlo?
Un buen vino en la comida o cena no puede faltar, y si es gallego mejor. Los vinos tintos de la Ribeira Sacra son mis preferidos. El aperitivo con amigos también es un buen momento para tomar un trago; en ese caso me decanto por una buena cerveza artesana.
¿Qué menú hubieses puesto en la Última Cena?
Ufff…. Elegir el menú de la Última Cena sería toda una responsabilidad, así que no me la jugaría mucho e iría a caballo ganador. Marisco y pescado de nuestras rías… ¡Valor seguro!
Confiésanos… ¿cuál es tu vicio gastronómico?
Con un buen chuletón de ternera gallega me tienes ganado. Ya sabes, Galicia Calidade.
Cuando tienes invitados en casa ¿con qué plato triunfas?
No soy nada cocinillas, así que mis invitados ya saben que en mi casa se van a encontrar con comida poco elaborada, lo que no quiere decir que no sea de calidad. Porque otra cosa no, pero en Galicia los productos son de primera. Unas empanadas, buenas conservas y algo de queso no pueden faltar; eso sí, todo de la tierra.