El pleno del Concello de A Coruña aprobó inicialmente la nueva ordenanza reguladora de las viviendas de uso turístico, una medida “necesaria” por cuando las VUT “repercuten en la ciudad en aspectos como el acceso a la vivienda, reduciendo el parque de alquiler, incrementando también sus costes”, señala el concelleiro de Urbanismo, Rehabilitación e Vivenda, Francisco Díaz Gallego. Junto a ello, el edil pone énfasis en las dificultades de compatibilizar las VUT con los usos residenciales, tanto por los conflictos que pueden surgir entre las personas de paso y los vecinos como a la hora de costear los servicios públicos que presta la ciudad. Díaz Gallego hace hincapié en la importancia de “frenar el proceso de gentrificación del parque de viviendas residencial”, y recalca que el Gobierno local está haciendo uso de todas las herramientas que están en su mano para aliviar las dificultades de la ciudadanía en materia de acceso a la vivienda. “La ordenanza VUT no es la solución única, pero es una pieza del puzle que es necesario activar”, apunta.
La ordenanza, aprobada inicialmente con los votos a favor del Goberno municipal y del BNG y la abstención del PP, pasará ahora al trámite de exposición pública antes de volver al pleno para su aprobación definitiva. En virtud de la nueva norma, las VUT no podrán estar situadas en una planta inmediata superior a una vivienda de uso residencial. Sí se permitirá su emplazamiento en plantas primeras o bajas, atendiendo a las especificidades del Plan Xeral en ámbitos como el PEPRI, y también se permitirá implantar las VUT en edificios destinados a este tipo de usos en exclusiva. El Concello concederá un plazo de tres meses desde la entrada en vigor de la ordenanza para que las personas titulares de inmuebles VUT pongan en orden u obtengan su habilitación administrativa. En el caso de que no cumplan la normativa municipal marcada en el texto de la ordenanza “deberán darlos de baja en el Registro de la Xunta”, recuerda el edil.