Hace 20 años se inició una bonita historia en el corazón de la Ribera del Duero. Su protagonista, María Luisa Cuevas, mujer de negocios y embajadora de su tierra natal, puso en marcha un sueño largamente madurado del que nació bodegas Ferratus. Dos décadas después, sus vinos son un referente de modernidad y elegancia en la Denominación de Origen Ribera del Duero, tanto dentro como fuera de España.
El éxito de Ferratus pasa, en buena medida, por sus terrenos: veinte hectáreas de viñedos propios (tres de ellas ubicadas en el Pago de Santa Cruz, La Horra, Burgos) y quince más controladas, distribuidas en diferentes pagos cercanos a altitudes de 900 metros, algunos con más de 60 años, que producen una uva Tempranillo de elevada calidad. Junto a ello, su impulsora, muy concienciada con el medioambiente, ha conseguido al autoabastecimiento energético de la bodega, basado 100% en energía solar, lo que permite su crecimiento sostenible. Además, ha sabido rodearse de un gran equipo y, con su ayuda, lograr el gran reto al que se enfrentaba: sacar adelante una bodega boutique, pequeña en producción (elabora actualmente 150.000 botellas) pero grande en calidad. “Tengo el honor de liderar un fantástico equipo, lo que me permite mimar cada detalle y ver la sonrisa en el rostro de mis clientes en medio mundo”, comenta.
El palmarés de los vinos Ferratus incluye medallas de oro en certámenes como Mundus Vini, San Francisco International Wine Competition, Vinduero, Concurso Mundial de Bruselas, International Wine & Spirits Competition o el Concurso Casino de Madrid, entre otros; y “platas” en los Premios Sakura, Decanter o Texas International Wine Competition.
Ferratus AØ, Ferratus Origen, Ferratus Fusión, y Ferratus Sensaciones son las creaciones tintas de María Luisa Cuevas, a las que se suman Ferratus Rosado de Tempranillo sobre lías y el nuevo Ferratus Blanco de Albillo Mayor de cepas viejas, cuya primera añada fue la 2021.