Porque estar al día nunca fue tan fácil

La Secretaría de Estado de Turismo, en coordinación con el Ministerio de Sanidad, ha elaborado las guías de especificaciones para la reducción del contagio por el coronavirus, unas guías que contienen especificaciones de servicio, limpieza y desinfección, mantenimiento y gestión del riesgo para los diferentes subsectores del sector turístico. En total son ocho documentos que afectan a albergues, alojamientos rurales, campings, campos de golf, guías de turismo, hoteles, museos y restaurantes. Destaca el Gobierno que, en la elaboración de estos protocolos, han participado las Comunidades Autónomas, Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), los agentes sociales, las asociaciones de cada subsector, expertos participantes en los grupos de trabajo y la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral, coordinados por el Instituto de Calidad Turística, entidad a la que la Secretaría de Estado de Turismo ha encomendado esta labor.

En el caso del sector de la restauración, el protocolo recoge que, de puertas para dentro, los procesos de trabajo han de estar planificados de forma que se garantice la distancia de seguridad establecida por las autoridades sanitarias. En caso de que existan turnos, éstos deben planificarse siempre que sea posible de forma que se concentren los mismos empleados en los mismos grupos de turnos; y si el personal precisa cambiarse de ropa, debe habilitarse un espacio específico con taquillas o similar para ello donde cada trabajador dejará sus pertenencias. El botiquín deberá contar con un termómetro y los trabajadores no podrán compartir equipos de trabajo o dispositivos de otros empleados. El protocolo recomienda “llevar el cabello recogido, no portar anillos, pulseras, pendientes o similares; llevar las uñas cortas y cuidadas y llevar diariamente la ropa de trabajo limpia”.

En cuanto al servicio, los sitios accesibles para uso de clientes deberán disponer de soluciones desinfectantes, que los clientes deberán emplear, al menos, a la entrada del establecimiento. Se fomentará el pago con tarjeta u otros medios electrónicos, evitando en lo posible el uso de efectivo; se desinfectarán el TPV entre cada uso y periódicamente las máquinas dispensadoras y recreativas utilizadas por los clientes. Se priorizará la utilización de mantelería de un solo uso y las superficies de las mesas y apoyabrazos deberán limpiarse después de cada uso. Se evitarán las cartas de uso común “optando por cantarla, utilizando tecnología (cartas digitalizadas, QR), u otros sistemas como pizarras, carteles, cartas desechables en cada uso, etc.”, incide el protocolo.

Las vajillas, cristalería, etc. deberán estar almacenadas lejos de las zonas de paso de clientes y trabajadores y, si las características del servicio lo permiten, se evitará tener las mesas montadas con el menaje sin proteger. Se deben eliminar productos de autoservicio (servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras, etc.) priorizando monodosis desechables o su servicio en otros formatos por parte de los camareros bajo petición del cliente.

En cuanto al servicio en barra -uno de los aspectos más controvertidos- el protocolo incide en que se deberá respetar la distancia de seguridad entre cliente y personal, utilizándose, si esto no fuera posible, otras medidas de protección (mascarillas, pantallas faciales…). En caso contrario, el camarero debe portar una mascarilla. Deberán establecerse las posiciones a ocupar por el cliente o grupos de clientes en barra de forma que se eviten aglomeraciones y se garantice la distancia de seguridad entre los mismos; los productos expuestos en la barra deberán estar convenientemente protegidos hacia el cliente y hacia el empleado y no se admite el autoservicio en barra por parte del cliente, tan típico de los bares de pintxos. En lo que respecta al servicio en mesa, además de mantener la distancia de seguridad y de desinfectar de forma continua las manos, los camareros deberán evitar el contacto físico con el cliente y, de no ser así, deberán hacer uso de otras medidas de protección, como mascarillas o pantallas faciales.

Los buffets no quedan prohibidos -como se llegó a pensar- pero sí serán distintos pues se deberán implementar fórmulas como el buffet asistido con pantalla de protección, a través de emplatados individuales y/o monodosis tapados (también con pantalla de protección). También deben eliminarse de todas las tipologías de servicio los elementos y equipamientos de uso común (vinagreras, saleros, aceiteras, máquinas de bebidas, azucarillos, etc.) y cualquier elemento decorativo.

 

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies. ACEPTAR

Aviso de cookies
Share This