El Informe de Estimación de Cosecha 2019 que ha presentado el Órgano de Control y Certificación de la Denominación de Origen Rías Baixas, redactado en base a datos recogidos durante la primera quincena de julio, apunta a una vendimia incierta debido a la “situación heterogénea” del viñedo, motivada por las condiciones meteorológicas adversas en el momento de la floración y purga. Pese a que reconoce que es “difícil” realizar una estimación de cantidades, sí apunta una cifra: “36,6 millones de kilogramos de uva, un 5,2% menos que la cosecha 2018”. Con ese volumen de producción -indican desde el Consejo Regulador- podrían vinificarse más de 24,5 millones de litros de vino.
La reducción prevista vendría motivada, principalmente, por las condiciones meteorológicas que incidieron en las condiciones fenológicas de floración. “Además, factores como el viento y el granizo ocasionaron mermas directas en los racimos y rotura de pámpanos”, apuntan los técnicos, que añaden que las subzonas más afectadas por el granizo fueron Condado do Tea y O Rosal. Las mermas de producción son más generalizadas en viñedos viejos que jóvenes y, además, “las condiciones meteorológicas adversas hacen que los racimos sean más pequeños”.
En cuanto a fechas de inicio de la recolección, se estima “un adelanto fenológico de 10-12 días, por lo que se prevé el inicio de la vendimia para principios de septiembre”.