La bodega de O Rosal, Terras Gauda, ya comienza a vislumbrar los buenos resultados que está teniendo el proyecto de viticultura regenerativa que inició en mayo del pasado año 2021 que, es de destacar porque se trata de una iniciativa de economía circular.
En esta estrategia de innovación, que también tiene como objetivo reducir al máximo el impacto medioambiental, la bodega está produciendo biofertilizante de alta calidad para el viñedo a partir del bagazo, que es sometido a un proceso de vermicompostaje. Para ello dispone de un innovador vermi reactor, diseñado y desarrollado en exclusiva para la bodega, que procesa, permanentemente, este subproducto de la vinificación transformándolo en vermicompost con propiedades bioestimulantes, biofertilizantes y bioplaguicidas.
Una vez que se lo aplica en el viñedo proporciona efectos beneficiosos tanto al suelo como a la propia planta, principalmente porque proporciona un elevado contenido de nutrientes, fácilmente asimilables por las cepas y generando una comunidad microbiana de gran valor para el producto final (la uva) como por su mayor resistencia a las enfermedades y plagas que suelen atacar a las vides.
En la presentación de este proyecto participaron José M. Fonseca, presidente del Grupo Terras Gauda; Antón Fonseca, vicepresidente ejecutivo; Enrique Costas, CEO del grupo; Emilio Rodríguez director enológico de la bodega y Jorge Domínguez catedrático de la Universidad de Vigo, entidad que colabora científicamente desde el inicio en este proyecto de la bodega de O Rosal.
Conviene reseñar que desde el comienzo de este proceso se han obtenido más de 60 toneladas de bagazo transformado en vermicompost mediante un procedimiento denominado biooxidación, en el que una especie de lombrices de tierra muy determinada interactúan de forma intensa con los microorganismos de este subproducto de la vinificación, que produce como resultado final un biofertilizante de alta calidad.
Pero además de generar un proceso directo de economía circular, a través de este proyecto se ha conseguido una mejora en las uvas y por lo tanto en el vino, tanto en su aroma como en su sabor, según están comprobando permanentemente a través de catas a ciegas que realizan en la propia bodega con expertos y profesionales del mundo del vino.
A través de este avance en el camino de la innovación, la bodega pone de relieve su activa política de aumento de la biodiversidad y de la materia orgánica de forma natural; además de abrir un nuevo rumbo para la autogestión de los subproductos vitivinícolas.