El Gobierno municipal de Compostela llevará al Pleno en las próximas semanas para su aprobación la nueva ordenanza que intentará poner coto a la proliferación de VUTS y, en consecuencia, contribuir a dar solución a los problemas de falta de vivienda en alquiler para los propios ciudadanos. La nueva normativa incluye dos usos. Por un lado, el alquiler turístico de la vivienda por tiempo limitado, con un máximo de 60 días al año, siempre que sea también el lugar de residencia habitual de una persona física –entendido como lugar en el que reside la persona durante un periodo superior a 183 días al año-; y, por otro, el alquiler turístico de determinadas habitaciones o estancias en la propia vivienda habitual. En este último caso, aunque se recoge en la ordenanza municipal, tendría que ser permitido expresamente en la normativa de turismo de Galicia -actualmente está prohibido en el Decreto 12/2017-.
Entre la documentación que deberá aportarse por parte del propietario está una memoria técnica y una certificación de que los usos turísticos de la vivienda son compatibles con los estatutos de la comunidad de vecinos.
La alcaldesa, Goretti Sanmartín, explica que este texto sólo regula el procedimiento de comunicación de usos asimilados al de vivienda y que en ningún caso entra a regular o regularizar usos preexistentes a los establecidos en el planeamiento vigente. En este sentido, la regidora aclara que los informes jurídicos concluyen que en estos momentos no es posible legalizar actividades preexistentes a la modificación del PXOM que no fueran expresamente tratados en una disposición de la propia norma en aquel momento. Esto provocaría el cierre o cese de actividad de una gran cantidad de las VUTS que funcionan ahora mismo en el término municipal.
Goretti Sanmartín recuerda que “disponer de un parque de vivienda digna y adecuada es una prioridad para este gobierno” y que con este objetivo se está trabajando en diferentes frentes, como la creación de una empresa pública para promover vivienda pública en régimen de alquiler, la activación del registro de solares y la movilización de vivienda vacía.
Y es que los datos hablan por sí mismos. Según indican desde Raxoi, en el periodo 2018 – 2023, el precio medio del alquiler en Santiago aumentó un 33,1%, pasando de 424,2€ a 564,5€, duplicando el incremento del IPC en Galicia en ese mismo periodo. Goretti Sanmartín asegura que “las viviendas de uso turístico no son la única causa de la escasez de viviendas disponibles para uso residencial ni de la suba de precios, pero también es cierto que intensifican el problema”.