El infatigable Pepe Solla ya está embarcado en una serie de reformas (principalmente, lo que se refiere al espacio de cocina) del nuevo establecimiento propio que ya tiene fecha aproximada de apertura: mediados de febrero de 2019. Las obras del nuevo local, que estará situado en lo que fue el conocido bar La Radio, en pleno casco antiguo de Compostela y a metros de la Plaza de Abastos, marchan “a buen ritmo” -indica el chef- después de que se solventara un pequeño contratiempo por culpa de la consabida salida de humos del establecimiento. Hoy ya camina todo viento en popa, para satisfacción del propio cocinero pontevedrés, que cumple el viejo sueño de tener casa propia en Santiago.
El establecimiento, que casi con total seguridad mantendrá el mismo nombre (más alguna aclaración que identifique al nuevo propietario) está lejos de ser una franquicia del restaurante de Poio; más bien apunta a una gastronomía más informal, con la principal intención de que la oferta de platos que integren la nueva propuesta sean para compartir. No habrá menú degustación, sí una veintena de referencias en carta; en tanto que los comensales podrán optar por un servicio en mesa o en la propia barra, que los vinculará directamente con la cocina a la vista, es decir, casi al tacto de los cocineros.
Con una capacidad de no más de cuarenta personas -más terraza-, el cocinero apuesta por un formato urbano, más callejero, donde el ticket medio no supere los veinticinco euros para una cocina fresca, divertida, sin tanta técnica de manual y, como no podría ser de otra manera, donde no falte la buena música (¿quizá en directo alguna noche?), sello de Solla y su nueva “radio”.