El 24 de octubre de 2021 tuvo lugar la segunda edición del campeonato mundial de panettone, celebrado en el marco de la prestigiosa feria internacional Host Milano, en la ciudad de Milán. La organización del certamen corría a cargo de la academia de los maestros del “Lievito Madre” y del panettone italiano; asociación que agrupa a gran parte de los grandes maestros italianos, especialistas en la materia de los “Grandi Lievitati”. Algunos de los nombres más representativos son el de Claudio Gatti, presidente de la academia, o Maurizio Bonanomi, encargado de la presidencia del jurado en esta última edición del certamen.
Después de una minuciosa y ajustada semifinal, los maestros de la academia seleccionaron veinte panettones para participar en la gran final y competir por el afamado título de mejor panettone del mundo.
El día de la gran final, 21 jueces -entre los cuales tuve el gran placer de encontrarme- fuimos los encargados de valorar y evaluar los 20 panettones finalistas. El jurado técnico, el jurado popular y el jurado crítico divididos en 3 mesas diferentes. De esta forma, se aseguraba el reparto de medallas de oro, plata y bronce por cada bloque de jueces, así como los vencedores absolutos del certamen, que se obtendrían de la suma de las puntuaciones de todos los miembros del jurado, siempre bajo la supervisión de un notario y con la modalidad de voto telefónico al momento de presentar cada pieza. Sistema que, al cerrarse el voto del panettone evaluado, impedía cualquier cambio en las puntuaciones.
En cada bloque en el que estábamos distribuidos los miembros del jurado hubo bastante coincidencia respecto los ganadores. El vencedor en la clasificación absoluta, con el mejor panettone artesanal tradicional del mundo, fue Salvatore de Riso, de la Costa de Amalfi; seguido por Aniello Di Caprio, con la medalla de plata y Giuseppe Mascolo, con el bronce.