La alcaldesa de Lugo, Paula Alvarellos, y el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, José Antonio Quiroga, firmaron un protocolo de cooperación que permitirá poner en valor la antigua Fábrica de la Luz y su entorno, recuperando así este emblemático complejo para el uso y disfrute de la ciudadanía. El objetivo es que la dotación pueda convertirse en la sede del futuro centro enogastronómico previsto dentro del Plan de Turismo Sostenible que desarrolla el Concello.
La propuesta contempla utilizar el volumen central del edificio, que cuenta con un amplio espacio diáfano de aproximadamente 7,5 metros de altura, en un taller donde los visitantes podrán disfrutar de distintas experiencias que ponen en contacto el mundo del vino y la gastronomía lucense. Así, se instalarán grandes islas circulares como espacios multifuncionales que servirán para divulgar las elaboraciones tradicionales de la gastronomía lucense y promover los vinos del entorno, según avanzan desde el Consistorio.
A ambos lados de esta zona central se dispondrán mostradores que albergarán la maquinaria para la elaboración y conservación de los vinos y los alimentos. La intervención contempla una serie de actuaciones mediante técnicas ‘passivhaus’ de arquitectura bioclimática que están encaminadas a mejorar el aislamiento y la eficiencia energética de todo el inmueble. Además, se mejorará la relación del interior del edificio con su entorno con la instalación de nueva carpintería exterior.