Es una realidad que los vinos de la D.O. Valdeorras, especialmente los blancos que tienen a la Godello como variedad más preciada, están en franco ascenso y revalorización; y muy atentos a la consolidación 
de estos vinos, tanto en el mercado gallego, nacional como internacional, la bodega familiar Pagos de Galir, desde hace un tiempo propiedad de la emblemática enseña CVNE, lanza dos nuevas propuestas que son la punta de lanza de un ambicioso proyecto de producción vinícola que la riojana tiene previsto para la bodega situada en O Barco de Valdeorras. Acompañados de los enólogos Jorge Navascués y Miguel Tienda, y teniendo como anfitriona a María Urrutia, directora de marketing de CVNE, pudimos visitar algunas de las nuevas parcelas y viñedos que forman parte de la mejora que la bodega riojana está llevando a cabo en Pagos de Galir. “Galicia es un lugar preferente y Valdeorras, una comarca única para la elaboración de grandes vinos, por eso tenemos la intención de parcelar 
todos los viñedos con el fin de realizar vinificaciones propias de cada parcela”, enfatiza Jorge Navascués. Y este concepto de elaboraciones por separado se complementa con otras experiencias que están llevando a cabo ambos enólogos en la bodega de O Barco, como la vinificación en diferentes depósitos y de diversos materiales, como el hormigón, el inox o la madera. Todo ello en procura de optimizar la calidad de los vinos que producirán a partir de las casi 25 hectáreas con que cuenta la bodega. Y en este sentido, pudimos reconocer y valorar la nueva gama de propuestas de Godello y Mencía, bajo la marca Maruxa, un blanco y un tinto que son los primeros vinos que salen al mercado desde la entrada de CVNE en Valdeorras en el 2017.
El Maruxa Godello es reconocible por su color amarillo intenso, muy aromático (donde destaca la fruta blanca) y con un fondo mineral. Alegre, fresco y con buena acidez en boca, ofrece un postgusto largo. A su vez, la variedad Mencía de esta marca presenta, además de una expresión varietal muy definida, tonos violáceos en lo visual; floral, especiado y pedernal en lo aromático. En boca es sabroso… goloso incluso. En fin, dos vinos jóvenes que se lanzan al mercado con la confianza en la calidad que proporcionan las cosas bien hechas.
