La Vía Verde Compostela-Tambre-Lengüelle cumple dos años y con tal motivo la estación-albergue de Cerceda acogió una jornada en la que se puso en valor el proyecto y se analizaron los retos de futuro a los que se enfrenta, entre ellos, la finalización de todo su recorrido. Y es que una vez rematadas las obras en el término municipal de Santiago, ésta será la Vía Verde más extensa de Galicia, con un total de 36 kilómetros de senda habilitados en el antiguo trazado ferroviario.
En el transcurso de la jornada, en la que participaron gestores del territorio, alcaldes de los municipios implicados y técnicos, entre otros, el presidente de la Deputación da Coruña, Valentín González Formoso, incidió en el patrimonio histórico que la Vía Verde pone en valor. “No puede ser un camino verde sin más, sino que es un camino de hierro por la propia historia del territorio”, remarcó. Al respecto, el mandatario avanzó que la Deputación seguirá trabajando para impulsar esta vía y otras “de este tipo”. “Vamos a aspirar a captar más fondos para dar oportunidad a los concellos de interior en el ámbito del turismo sostenible”, anunció.
Y es que, como se puso de manifiesto en la jornada, la Vía Verde es un elemento vertebrador del territorio y un gran producto turístico vinculado también con la práctica del deporte y los hábitos de vida saludables. Según se expuso en casos de éxito como la Vía Verde Montes de Hierro (Euskadi) o la de Plazaola (Navarra), la puesta en funcionamiento de estos senderos repercute en la generación de actividad económica a su alrededor, en sectores como el ocio activo, el alojamiento o la gastronomía. Al respecto, desde la Deputación da Coruña recordaron que la Vía Verde es objeto de un Plan de Sostenibilidad Turística en Destino centrado, entre otros puntos, en fomentar su relación con la gastronomía del entorno.