El Diario Oficial de la Unión Europea ha publicado el Reglamento por el que se inscribe la Indicación Geográfica Protegida Vaca Gallega-Buey Gallego en el Registro Comunitario de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas. El reconocimiento e inscripción se produce tras cinco años de tramitación, en los que la IGP ha ido creciendo paulatinamente hasta alcanzar en la actualidad las 1.194 explotaciones ganaderas y las 40 industrias y comerciales.
La obtención de este registro definitivo como IGP supone para Vaca Gallega-Buey Gallego, tal y como señala el presidente del Consejo Regulador, Jesús González, el máximo reconocimiento como sello de calidad, la protección y el fomento de la calidad de nuestra carne de vaca y de buey, la generación de valor añadido para las explotaciones gallegas de vacuno y también nuevas oportunidades de mercado.
La IGP Vaca Gallega-Buey Gallego echó a andar con una protección nacional transitoria en julio de 2017, con las primeras inscripciones de explotaciones ganaderas y de los animales, cuyo proceso de engorde y acabado final dura como mínimo seis meses. Siete meses después, el 9 de febrero de 2018, el Consejo Regulador llevó a cabo las primeras certificaciones de canales en tres industrias cárnicas gallegas. El número de reses inscritas en la actualidad es de 25.773, de las cuales 1.276 son bueyes y 24.497 vacas; y, hasta este momento, se llevan certificadas 2.250 canales, de las cuales 2.127 corresponden a Vaca Gallega y 123 a Buey Gallego, que supusieron 955.425 kg de carne comercializada bajo el amparo de la Denominación, con un valor aproximado en primera venta por encima de los cinco millones de euros.