El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro tiene preparado un equipo de 27 inspectores que velarán por el cumplimiento de las normas vigentes durante la vendimia 2022. Este operativo, que supone un incremento de efectivos respecto a los años anteriores, participó estos días en un programa completo de formación específico para desarrollar las tareas encomendadas. El objetivo es que los inspectores reconozcan e identifiquen las variedades de uva acogidas a la DO, así como los aspectos morfológicos, agronómicos y enológicos de cada una de ellas. Asimismo, en la formación se reforzó el conocimiento de toda la maquinaria presente en las bodegas, incluyendo visitas a viñedos e instalaciones.
El operativo, señalan desde el Consejo Regulador, está creado “para garantizar el origen y la calidad de los productos de la D.O. Ribeiro” al tiempo que busca “transmitir toda la seguridad y confianza al público que consumirá en un futuro nuestras elaboraciones”, señala el presidente de la DO, Juan Casares.
Además, desde mediados de julio se han venido realizando inspecciones prevendimia en las fincas de los viticultores acogidos, de cara a evaluar el estado de los viñedos y hacer una aproximación a los rendimientos de las distintas variedades amparadas. En ese sentido, Casares apunta que “durante los últimos cuatro años se llevaron a cabo unas 600 inspecciones de viñedo previas a la vendimia, lo que permite mejorar la actualización permanente del registro vitícola, tener al día todos los datos de los viticultores, sus fincas y variedades de uva así como hacer controles del estado sanitario de las variedades y una estimación de los rendimientos de las mismas”. Asegura el presidente que estas medidas han conseguido “proteger a nuestros viticultores, avanzar en la consecución de precios más justos y transmitir cada día más seguridad al consumidor”.