La Denominación de Origen Monterrei ha cerrado la campaña de vendimia 2024 con una cosecha histórica, alcanzando un total de 7.694.464,1 kilogramos de uva recolectada. De esta cantidad, se han recogido 5.498.498,20 kilogramos de uva blanca, lo que representa el 71,5 % del total, mientras que las uvas tintas alcanzaron los 2.195.965,90 kilogramos, es decir, un 28,5 %.
Entre las variedades cosechadas, destacan las siguientes cifras: 4.216.991,70 kilogramos de Godello, 888.811,30 de Treixadura, 193.914,10 de Albariño, 154.751,10 de Dona Branca, 44.030 de Loureira, 1.655.829,8 de Mencía, 334.680,7 de Araúxa, 153.178,20 de Sousón, 44.509,2 de Merenzao y 7.768 de Caíño Tinto.
La vendimia comenzó el 2 de septiembre en la bodega Manuel Vázquez Losada y culminó el 16 de octubre, con Fragas do Lecer y Franco Basalo siendo las últimas en finalizar su recolección.
El presidente del Consello Regulador, Jonatás Gago García, destacó que esta campaña” se puede considerar como una de las mejores en términos de estado fitosanitario de la uva, las condiciones climatológicas favorables a lo largo del ciclo fenológico de la vid han permitido obtener frutos con una excelente calidad”, añadiendo que “ha sido una campaña con excelentes resultados a nivel cualitativo, y también cuantitativo, debido al incremento de las hectáreas en nuestra base territorial, un total de 75 en el último año, lo que ha permitido alcanzar unas cifras históricas”.
Fin de la vendimia en la Ribeira Sacra-. De la misma manera que en la D.O. Monterrei, en la Ribeira Sacra también se da por finalizada la vendimia con una cosecha que ha producido unas uvas de excelente calidad. Tal y como afirma el presidente del Consello Regulador de la D.O., Antonio Lombardía, “los vinos de esta añada vamos a poder disfrutarlos durante muchos años, la calidad con la que entraron las uvas en las bodegas fue inmejorable”.
Así, se han recogido 4.881.326 kilos de uva, lo que refleja el esfuerzo de viticultores y bodegas por preservar la viticultura heroica y la calidad de producción. “Creemos que va a ser una añada excepcional por la calidad de la uva que entró en las bodegas, motivado principalmente porque los meses de agosto y septiembre, en general, no tuvieron períodos largos de altas temperaturas, refrescando significativamente por la noche, lo que provocó una maduración lenta que permite uvas con un grado y una acidez muy equilibrada. Creo que nuestra fortaleza es la singularidad de nuestra viticultura, de nuestras variedades y de nuestros vinos. El mercado demanda vinos tintos frescos y afrutados y en la Ribeira Sacra esos vinos los tenemos de manera natural”, concluyó Lombardía.