Impulsar la competitividad del sector ha sido y es uno de los objetivos del Clúster Turismo de Galicia desde su creación hace 11 años y, por eso, desde un primer momento la apuesta por la calidad en el sector se ha constituido en uno de los objetivos prioritarios en la planificación de la hoja de ruta del colectivo. Gracias a la colaboración con la Axencia de Turismo de Galicia, el Clúster ha destinado cerca de 2 millones de euros a facilitar servicios y asesoramiento a las empresas del sector interesadas en conseguir el distintivo “Q”. Una actividad que se suma a las ayudas anuales que convoca la Administración autonómica para subvencionar los costes de los procesos de certificación seguimiento y renovación o mantenimiento de la marca Q
El apoyo público y privado y el esfuerzo de las empresas han situado a Galicia en el segundo puesto del ranking de comunidades con más distintivos Q, donde cuenta con 300 de estos sellos identificativos lo que la ha situado en un puesto de liderazgo de esta marca que premia la excelencia en la gestión turística. Asimismo, la Comunidad también es líder en 11 categorías y es la única con distinción “Q” en albergues turísticos, rutas turísticas y espacios naturales singulares.
Estos reconocimientos ponen en valor el trabajo, esfuerzo y profesionalidad de los establecimientos gallegos del sector turístico, reconociendo la obtención de un nivel de calidad exigido en la prestación del servicio al cliente con respecto a una norma de calidad de servicio establecida que se busca y pretende que sea una seña de identidad de los establecimientos gallegos. Una labor que sería imposible sin la implicación de las empresas turísticas y de sus trabajadores, sus agentes y de sus clientes.
La “Q” como distintivo, que se creó en el año 1997, otorga un reconocimiento fiable y de prestigio a nivel nacional e internacional, lo que finalmente se traduce en la captación de más clientes y en la fidelización de éstos, a través de una forma de hacer las cosas donde la profesionalidad, la seguridad, y por supuesto la calidad son los valores que primen en los establecimientos.
Q de calidad, elemento diferenciador
El distintivo “Q” de Calidad turística es un indicativo que se otorga a los establecimientos turísticos que cumplen unos mínimos pero rigurosos requisitos específicos exigidos en el Sistema de Calidad Turístico Español (SCTE) en cuanto a la prestación de servicio. El objetivo básico de esta certificación de calidad turística es conseguir la satisfacción de los clientes a través de los servicios prestados o los productos ofertados. Por otra parte y como complemento también se valora preferentemente la apuesta por la mejora continua para poder ofrecer siempre un óptimo nivel de calidad de los servicios. La premisa es tratar de superar las expectativas de los clientes con los recursos habituales de que disponen los establecimientos. Lo importante es que esta certificación de calidad refleja profesionalidad y fiabilidad a los clientes.
¿Quiénes pueden optar a contar con esta distinción de calidad? Pues todos los establecimientos que se encuentren dentro del sector turístico en cualquiera de sus variantes, desde hoteles, restaurantes, campings, palacios de congresos hasta playas o locales de ocio nocturno. También conviene destacar que los establecimientos avalados por la “Q” de Calidad deben pasar unas estrictas auditorías que aseguran que su prestación de servicios es garantía de calidad, seguridad y profesionalidad; una metodología que asegura fielmente a los clientes la mejor experiencia turística posible.
Los beneficios por la obtención de esta Marca aportan también un reconocimiento a nivel externo para los establecimientos que se cristaliza notablemente a través de un aumento en la satisfacción de sus clientes (fomentando la fidelización directa e indirecta) y en una mejora en la reputación de la organización de la empresa y del propio sector. A nivel interno se incrementa la gestión y eficacia de las actividades que se realizan, optimizando los recursos, motivando al personal y estableciendo un sistema de control eficaz y permeable en el desempeño de la organización.
“El programa del Clúster en el ámbito rural nos hace mejorar nuestros servicios”
Julio Mateo está al frente (desde mediados del pasado 2023) de Casa Costoia, un establecimiento de Turismo Rural situado en Ames que en el próximo 2025 ya podrá lucir en su fachada el sello identificativo de la “Q” de Calidad.
“Para nosotros fue muy importante conseguir este certificado y bastante esfuerzo empleamos en ello para obtenerlo por fin. Pero era necesario si queremos ofrecer un servicio y una imagen de calidad turística y especialmente los establecimientos de Turismo Rural que somos los que más debemos ponernos al día, actualizarnos y dar una visión de un turismo de naturaleza, de relax pero moderno y con buenos servicios, tal como hemos desarrollado a través de este programa del Clúster respecto a la digitalización de nuestro establecimiento”, reconoce Mateo.
“Creo que el rigor, los procedimientos estandarizados de calidad y el espíritu de mejora por parte de los empresarios dan valor a esta “Q” y nos ponen en el mercado como establecimiento preferentemente recomendado y eso, es también muy bueno para el negocio”, expresa Javier Mateo.
Pero si importante es la obtención de este certificado tanto o más es mantenerlo a lo largo de los años, con el nivel de exigencia permanente que lleva implícito este sello.
Tal es el caso del Balneario de Lobios, perteneciente al Grupo Caldaria, que luce la “Q” en su fachada desde el año 2003. Desde su departamento de Márketing nos explican que esta marca “en el ámbito de los programas oficiales de termalismo, instituciones como el Imserso, Diputación o Xunta de Galicia, valoran que los establecimientos cuenten con este sello, lo cual redunda en la mejora de la ocupación y la facturación. El cliente particular no valora directamente el que los establecimientos posean la Q de calidad (casi nadie pregunta por ellos a la hora de plantear una reserva) pero si influye en la percepción que tienen de la calidad de los servicios que se prestan, por lo que indirectamente contribuye a que terminen decantándose por aquellos establecimientos que la poseen, como es el caso de nuestro Balneario de Lobios”, argumentan.
Finalmente, también apuntan que “la estandarización en la forma de trabajar repercute en la calidad de los servicios prestados y en el bienestar que el establecimiento procura para sus clientes y éste es un valor añadido que viene implícito en los procesos de la “Q” de Calidad, expresan.