Porque estar al día nunca fue tan fácil

Los balnearios gallegos se reivindican, no solo como centros de relajación y bienestar sino como lugares donde mejorar de determinadas patologías. Tal es el caso de los problemas reumatológicos, que en un alto porcentaje (70%, según informan Balnearios de Galicia) ven reducida su sintomatología. Al respecto, la directora médica del Balneario de Lugo, Ascensión Sánchez, destaca “el valor terapéutico de las aguas sulfuradas para combatir procesos reumatológicos, debido a su acción antiinflamatoria, analgésica y descontracturante; al tiempo que facilitan la movilidad articular, reducen la rigidez y combaten el dolor”. Se emplean en particular para tratar todo tipo de reumatismos degenerativos como las artrosis -desde la de rodillas hasta la de columna-, además de dolencias inflamatorias como la artritis reumatoide, junto con ciáticas, lumbalgias o la gota. También son efectivas para abordar las secuelas de traumatismos y cirugías del aparato locomotor.

La doctora señala que se valora a cada paciente para ver su estado general y la fase evolutiva en la que se encuentra la enfermedad. En función de este examen médico, se aplican tratamientos personalizados basados en chorros termales, duchas circulares y baños; a los que se añaden otras técnicas complementarias como los parafangos, sesiones de masajes y de fisioterapia. Según explica la doctora, la duración mínima de los tratamientos es de 9 días y los resultados son “muy satisfactorios”.

 

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