El Consejo Regulador de la D.O. Ribeira Sacra es uno de los agroalimentarios que están inmersos en el proceso electoral que culminará el 19 de febrero con las votaciones. Este viernes, quien venía ejerciendo como presidente desde sus inicios, ya como Vinos de la Tierra en el 1993, José Manuel Rodríguez González, anunció que no se presenta en ninguna lista y, por lo tanto, se despide de su cargo. Y lo ha hecho haciendo un balance de su trayectoria y dejando algún mensaje más que controvertido. Así, asegura haber trabajado con total transparencia, pese a las críticas recibidas que apuntaban a lo contrario. “Dejo de ser presidente y de mí se dijeron un montón de cosas que son mentira. Siempre hice todo el trabajo dentro de la legalidad y hubo otra gente que no estuvo dentro de la legalidad; pregúntenle a ellos por qué no hicieron lo que tenían que hacer, y me refiero también a la Agacal y a su Consellería”, asevera.
También tiene palabras críticas para quienes aspiran a sucederlo. “Ahora hay unas elecciones y hay unas listas, en esas listas hay unos señores que hablaron esto, incumplieron esto e hicieron estas propuestas: bajar el grado, bajar los controles. Hay gente en estas listas que apoya que todo el Valle de Lemos sea una viña y que se saquen los viñedos de las riberas y se pasen para los llanos… que expliquen ellos por qué quieren estas cosas”, afirma.
José Manuel Rodríguez hace este anuncio ahora “porque me jubilo y de mí se dijeron verdaderas barbaridades. Hasta ahora era presidente de un Consejo y tenía que mantener la calma y la tranquilidad cuando otros no hacían lo que tenían que hacer”, añade.
José Manuel Rodríguez, de 66 años, deja atrás 3 décadas dedicadas al vino y a este territorio. “Me queda la satisfacción del deber cumplido. Dije que traería el barco a puerto y lo hice. Uno trabaja para hacer las cosas de la mejor manera y los resultados están ahí, son buenos, que como todas las cosas son matizables, valorables; pero la realidad es que salimos de cero y hoy estamos en un territorio con un nombre, con una dimensión internacional. Solo fui uno más de los que trabajó en esto, un participante de que esto sea lo que es”. Y concluye deseando que este trabajo no se pierda. “Trabajé honradamente por el territorio, sin ideologías ni cosas preconcebidas para seguir adaptándola a la realidad que vivimos, no hay nada más que trabajo y trabajo. ¿Cambiar el modelo de viticultura de la Ribeira Sacra? ¿queremos eso?”.