Corporación Hijos de Rivera afronta un futuro inmediato halagüeño por cuanto en breve comenzará operar la nueva planta industrial de Morás, que ocupará 50 hectáreas en varias fases hasta convertirse en la mayor de España y una de las más grandes de Europa; todo ello apoyado en un balance de 2023 que, según las cifras aportadas este miércoles por Ignacio Rivera, presidente ejecutivo de la Corporación, permite hablar de los mejores resultados de la historia de la compañía. En 2023, un año “complicado” en el que el consumo global de cerveza bajó un 0,7%, Hijos de Rivera logró incrementar las ventas hasta los 520 millones de litros, esto es, un 5,3% más que el año anterior. “El mercado no está fácil –confiesa Ignacio Rivera– pero las expectativas de cara al verano son muy buenas”. La subida de las ventas de cerveza, unidas a la de las aguas (+5,5%) se traduce en una facturación récord para la empresa de 829 millones de euros, esto es, un 14,50% más. “Nuestro sueño es alcanzar una facturación de 1.000 millones de euros”, avanza el presidente ejecutivo.
Para ello será fundamental la entrada en funcionamiento de la planta de Morás (Arteixo) que este mismo verano comenzará a producir. En ese sentido, Ignacio Rivera avanzó que las obras marchan a buen ritmo y se espera que puedan inaugurarse a principios de 2025, cuando se rematen los accesos y la urbanización exterior. La primera fase de la nueva factoría ya está prácticamente lista y tendrá capacidad para producir y envasar 100 millones de litros de cerveza en un momento –el verano– en el que el consumo de esta bebida se dispara. El objetivo a largo plazo, una vez la planta esté a pleno rendimiento, sería alcanzar una producción de 1.000 millones de litros de cerveza, lo que permitiría a la Corporación no sólo afianzar su posición de liderazgo nacional sino su cada vez mayor presencia internacional. En ese sentido, Ignacio Rivera indicó que, aunque no está prevista por ahora la construcción de una planta en Brasil, Centroamérica, Sudamérica y Estados Unidos son mercados prioritarios para la Corporación. “Desgraciadamente, no somos un Inditex. El 90% de nuestras ventas se concentran en el mercado nacional donde somos primera o segunda marca en todas las Comunidades Autónomas. Porque los gallegos caemos bien”, bromea.
Rivera reconoció que las inversiones a las que la Corporación ha hecho frente –con la planta de Morás como principal destino– han provocado “que hayamos tenido que pedir dinero a los bancos, porque no generamos tanto”, apunta. Así, la cifra de inversión de 2023 ha alcanzado los 175 millones de euros (un 14,40% más que el ejercicio anterior), circunstancia que repercutirá en 2024 pero sobre todo en 2025. “Ahí es cuando nos llevaremos la gran bofetada, pero intentaremos recuperarnos de la mejor manera posible”, puntualiza.
La diversificación del portfolio, con una división de vinos con cada vez mayor peso, será una de las estrategias de la Corporación para los próximos ejercicios, sin olvidar proyectos como la plataforma Big Crafters de apoyo a los productores artesanos, un proyecto que “por ahora nos cuesta dinero –confiesa Ignacio Rivera– pero que es de los que más me enamora”. Actualmente, la plataforma comercializa los productos de unas 200 pequeñas empresas –buena parte de ellas, radicadas en poblaciones de menos de 30.000 habitantes– que generan un “impacto positivo” en su entorno, una filosofía que, según el presidente ejecutivo de la Corporación, comparten con Hijos de Rivera. “Las empresas tenemos la responsabilidad de aportar valor a nuestra sociedad y nosotros hemos convertido esta máxima en uno de los ejes fundamentales de nuestra actividad”, concluye.