¿Son lo mismo el Cold Brew y el café frío?
Para resumirlo mucho podemos decir que el café frío es aquel que se ha preparado en caliente y posteriormente ha sido enfriado, casi siempre, con hielo. Y como ya sabemos, esto suele dar como resultado una taza más diluida. Por el contrario, el Cold Brew, es una elaboración que lleva horas.
En algunos establecimientos, e incluso también en casa, se prepara lo que se conoce como “flash brew coffee”. Es una elaboración realizada por un método de vertido directamente sobre hielo.
Dicho esto, ¿cómo hago un Cold Brew en casa?
Pues lo primero, como siempre, es tener un buen café y una buena agua. Indicar que los tamaños de molienda más gruesos son los más adecuados para la realización de esta modalidad de café.
Realizaremos esta elaboración por inmersión total, es decir, dejaremos este café molido totalmente sumergido en agua durante horas. Se recomienda realizar este proceso en una jarra y/o botella de cristal, y los tiempos de infusionado variarán entre las 12 y las 24 horas. Para filtrar este café se puede emplear un filtro de papel.
Si se hace el Cold Brew muy concentrado, además de aguantar varios días en la nevera, se puede ir diluyendo (bypassing) con agua al gusto. Es cierto que esta elaboración posteriormente se puede calentar, pero yo, personalmente, prefiero el resultado en frío.
Dicho todo esto, os animo a que busquéis diferentes recetas, y que experimentéis.
Suelen preguntarme si es cierto que estos tipos de café son menos ácidos, si son más fuertes, etc. Existe cierto debate sobre este tema, y lo que puedo decir es que todo dependerá de la receta y el café que se utilice. Seguimos estudiando y comprobando los diferentes resultados.
Actualmente se pueden encontrar en el mercado diferentes marcas que realizan su propio Cold Brew y lo ponen a la venta; y, a propósito, cuando estéis leyendo esto, ya habrá salido al mercado la nueva propuesta elaborada por Gonzalo (del Club del Café de Pontevedra). Se trata de una bebida realizada con agua de un manantial subterráneo inalterado desde hace miles de años. Es un agua mineral con propiedades únicas puesto que contiene un enriquecimiento de antioxidantes naturales que provienen de la vid. Una fórmula transferida por el CSIC, basada en una investigación científica, que se ha registrado como secreto de ámbito mundial.
Es una bebida que no está sometida a ningún tratamiento industrial. Su creación parte de un exhaustivo proceso que aúna la tradición, la innovación y un estudio científico esencial para el desarrollo de una bebida saludable. Pero no es una bebida que se ha dejado enfriar, sino una infusión cuya extracción ha sido hecha directamente en frío durante un periodo largo de tiempo.
Sólo me queda recomendar que, si tenéis la oportunidad, probéis la experiencia de realizar este método de elaboración.