El Consorcio de Turismo Ribeira Sacra ha hecho balance de las jornadas del Vinobús Vendimia, cuatro días en los que el enoturismo volvió a ser uno de los polos de atracción en el geodestino. Y la respuesta del público no pudo ser mejor puesto que las plazas se agotaron en apenas horas. La experiencia reproduce un día de vendimia en la Ribeira Sacra, con salida desde la capital de la comarca y con destino a las riberas del Sil y del Miño.
Este año participaron cinco bodegas que mostraron así, de primera mano, en qué consiste la viticultura heroica, característica de esta zona de Galicia, a cerca de 80 personas. La procedencia de los visitantes fue mayoritariamente gallega, siendo la provincia de A Coruña la que más turistas aporta a esta experiencia, una de las más demandadas del año en este territorio. En ella, los visitantes pueden participar en la recolección, selección y pisado de la uva, además de la degustación del mosto, de vino y de otros productos, todo ello con un precio subvencionado de 15 euros.
Para el Consorcio, esta actividad es “un canal de difusión de la vendimia como recurso turístico”, que se suma a las propias de cada una de las bodegas del territorio. Para este otoño, la entidad ya anuncia nuevas experiencias, en el tan ansiado camino hacia la desestacionalización.