El Instituto de Investigaciones Marinas y el CRDOP Mexillón de Galicia desarrollarán una nueva herramienta destinada a mejorar la comunicación entre los bateeiros y la comunidad científica. Ese intercambio de información se canalizará a través de una encuesta online que permitirá registrar de forma precisa y documentada todos los datos relativos al cultivo de mejillón en batea. El objetivo es conocer mejor el impacto de la variabilidad ambiental en la evolución temporal y espacial de las incidencias que preocupan al sector (mortalidad, crecimiento, fauna acompañante, desprendimientos…). Con esta encuesta se obtendrá información tanto del propio cultivo de mejillón en cada una de las bateas como de las características ambientales de su entorno, “por eso la participación activa de los propios bateeiros será clave”, destacan desde la DOP.
Los productores podrán aportar los datos de forma sencilla y clara en diversos formatos (texto, audio, fotografía o vídeo) y con ellos, junto a los aportados por los registros ambientales (datos satelitales, modelos hidrodinámicos, etc.), se pretende comprender los cambios en la producción de mejillón, los factores que influyen en su variabilidad interanual, así como los riesgos y amenazas derivados del cambio global.
El Consejo Regulador, en colaboración con dos grupos de investigación del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC (IIM-CSIC), “Ecofisiología, Biomarcadores y Gestión de Bivalvos” y “Procesos Oceanográficos en Cambio Global”, lleva años trabajando en proyectos con este objetivo, desarrollando acciones que permitieron monitorizar varios ciclos de cultivo de mejillón en bateas de la Ría de Arousa e, incluso, realizar investigaciones en laboratorio que ahondaron en el conocimiento del impacto de los factores ambientales y biológicos en la producción de las bateas, además de estimar el efecto de las principales alteraciones ambientales vinculadas a cambio global.
La combinación de acciones en el medio natural y de estudios en el laboratorio es “fundamental” –inciden desde la DOP– para poder entender la verdadera importancia de cada factor de estrés que se investiga, debido a la elevada interacción y sinergias que ocurren en las zonas de cultivo. “A pesar del esfuerzo realizado, responder a las demandas urgentes de un sector preocupado sigue siendo inviable por las limitaciones inherentes a la actividad investigadora y a la necesidad de disponer de datos históricos relevantes para analizar y caracterizar los cambios observados”, matizan desde la Denominación de Origen. En ese sentido, esta colaboración entre el sector miticultor y la comunidad científica se antoja “un paso decisivo” –según indica la DOP– en la mejora de la gestión y sostenibilidad del cultivo a lo largo de todo el litoral gallego.