“El resurgimiento definitivo de Lourizán comienza hoy”. Con estas palabras, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, avanzó en una visita al complejo las labores de restauración y diseño de nuevos usos y actividades que acometerá el Gobierno gallego en el Pazo de Lourizán, unos trabajos a los que se destinarán 18 millones de euros. Una vez concluido el traspaso de titularidad de la Deputación de Pontevedra a la Xunta, el objetivo ahora es impulsar el complejo de Lourizán desde el punto de vista académico y cultural, pero también social, recreativo, paisajístico y turístico.
Para eso, se va a acometer la restauración “necesaria y rigurosa” -precisa Rueda- del edificio principal del Pazo, así como de los itinerarios e instalaciones del jardín botánico, “un tesoro como hay pocos en España y Europa”, ensalzó. Además, se construirá una sala polivalente en un nuevo inmueble de madera y se abre la posibilidad de albergar establecimientos de alojamiento turístico o restauración en parte de las instalaciones.
Pero, además, Rueda apuntó que el proyecto de la Xunta busca consolidar Lourizán como un centro de estudio, investigación y divulgación forestal. Tal y como explicó, el objetivo es que éste sea un lugar de referencia para formarse en materia forestal y también un punto de encuentro entre todos los agentes públicos y privados de este ámbito. Precisamente, el presidente de la Xunta precisó que este mismo año se va a seleccionar la propuesta ganadora del concurso de ideas sobre los nuevos usos y actividades de Lourizán. En el primer trimestre del año que viene se comenzará la elaboración del proyecto elegido con la previsión de poder comenzar las obras ya en 2024.
El Pazo de Lourizán -que está incluido en el Catálogo de Patrimonio Cultural de Galicia y en el que en 1898 se firmó el Tratado de París cuando el inmueble era propiedad de Eugenio Montero Ríos- tiene, además, un gran valor natural ya que la finca alberga innumerables especies de plantas y árboles, algunos plantados en el siglo XIX.