Porque estar al día nunca fue tan fácil

A falta de dos meses para que finalice el año, el Meirande ya ha superado la barrera de los 10.000 visitantes. De hecho, este fin de semana se han superado las 10.400 personas que se han acercado a conocer las instalaciones del Centro de Interpretación de la Batalla de Rande, dependiente de la Concellería de Turismo de Redondela. Soledad Chayán, guía turística encargada de las visitas al museo, señala que el público que visita el centro “valora mucho el entorno y también la forma en que está distribuida la exposición”. Quien más disfruta de la visita son los más pequeños, porque hay numerosos elementos interactivos que pueden tocar; pero también los adultos se sorprenden de este espacio museístico cuya visita es gratuita. Los cuadros de Godoy son otro atractivo que acapara la atención.

Chayán explica que la mayoría de los visitantes proceden de Vigo y Redondela, y muchos también de la comarca de O Morrazo y de Pontevedra. En algunos casos son familias con niños que ya visitaron Meirande en alguna actividad escolar “y quieren volver para poder utilizar los elementos interactivos, y son ellos mismos los que les cuentan a los adultos la historia de la batalla”. Pero también hay visitantes internacionales, como recientes casos de ciudadanos de Alemania o Bolivia.

El espacio museístico acoge una exposición permanente y gratuita sobre los tesoros arqueológicos y culturales de la Batalla de Rande de 1702, una monumental contienda naval que enfrentó a las tropas anglo-holandesas e hispano-francesas en el contexto de la Guerra de Sucesión española. El museo también recoge otros hitos del patrimonio histórico e industrial de la zona. De hecho, Meirande de sitúa en lo que fue una fábrica de salazón, conocida como “la fábrica del alemán”, de la que se tiene constancia por lo menos hasta 1836.

Bote “Manuel”.- Desde que a principios de octubre se instalase en Meirande el bote “Manuel” –una embarcación tradicional de la ensenada de San Simón de los años 30 del siglo XX– se ha convertido en una de las estrellas del museo. Lo que hace único este bote es que, aparte de ser empleado para la pesca, también abastecía de víveres y ropa a la isla de San Simón cuando fue prisión y orfanato. También tuvo un papel relevante durante la II Guerra Mundial salvando a refugiados judíos que llegaban a la ría de Vigo. Este bote participó además en la recuperación de los galeones de la batalla de Rande y colaboró en la búsqueda de los desaparecidos y rescate de los cadáveres en varios hundimientos.

 

 

 

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