La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, presentó este lunes el Plan Turístico Nacional de Enogastronomía 2022-2023 dotado con una inversión de más de 68,6 millones de euros. El plan persigue, según el Gobierno, “convertir el conjunto de conocimientos, saberes, artes y artesanías que permiten comer y beber de forma saludable en experiencias turísticas sostenibles e integradas en todo el territorio”. Para ello se han definido una serie de objetivos en torno a las tres “dimensiones claves” del turismo enogastronómico y que implican a toda su cadena de valor: producto, proceso y cultura.
Así, se persigue potenciar los destinos enogastronómicos de nuestro país mediante la financiación de planes de sostenibilidad en destino; generar experiencias de turismo gastronómico sostenibles y diversas; mejorar la formación de los agentes que participan en la cadena de valor del turismo enogastronómico mediante su capacitación en competencias digitales y sostenibilidad; recoger en un espacio accesible y abierto todas las prácticas que ya existen y que dan sentido al concepto de gastronomía española, generando un mensaje diferencial y construyendo relatos que puedan ser inspiradores para otras iniciativas en el país y profundizar en el uso de la enogastronomía como mensaje básico de la promoción turística de España en el exterior.
El Plan Nacional Turístico Enogastronomía, que forma parte del Plan de Modernización y Competitividad de Sector Turístico, se estructura en cuatro ejes y tiene presupuesto global de 68,6 millones de euros. De ese total, algo más de 51 millones se destinarán a Planes de sostenibilidad turística en destinos enogastronómicos; 10 millones a Programa Experiencias Turismo España; 5 millones a Acciones especiales – Programa Experiencias Turismo España y algo más de 2 millones a un programa de promoción internacional.
Durante el acto de presentación, desarrollado en las Bodegas Marqués de Murrieta de Logroño, Reyes Maroto destacó que este plan apuesta por “elementos reconocibles de nuestro país, donde, además, el enogastroturismo representa la unión de dos de nuestras fortalezas como son la gastronomía y la enología, ambas con enorme capacidad de crecimiento”. La ministra puso de manifiesto que “con este plan se transversaliza la enogastronomía, como el año pasado fue el Camino de Santiago, a lo largo de todas las políticas públicas de turismo que la Secretaría de Estado ha previsto en el Plan de Modernización y Competitividad del Sector, para abordarla desde todas las ópticas con las que trabajamos: sostenibilidad, competitividad, digitalización y calidad”, ha añadido.
Acompañada de la presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, y del alcalde de Logroño, Pablo Hermoso, la ministra ha explicado que la importancia creciente del turismo enogastronómico en todos los destinos, así como el volumen, la calidad y el prestigio del sector de la gastronomía y la enología en España, “parecen razones evidentes para que nuestro vino y nuestra comida fuesen las prioridades nacionales para este 2022 con la posibilidad, además, de alinear todas las acciones para la transformación del sector hacia el nuevo modelo turístico que estamos diseñando basado en la calidad, de nuevos productos y experiencias”.
Según los datos de Turespaña, en 2019, 2 de cada 10 turistas que visitaron España participaron en actividades gastronómicas o relacionadas con el vino; de éstos, el 42% señalaba el turismo cultural como motivo principal de su viaje. En cuanto al volumen de gasto, el turista enogastronómico representa un alto valor añadido, pues en 2019 las actividades gastronómicas (alta gastronomía, visita a bodegas, viñas, catas) alcanzaron un gasto de 22.420,5 millones de euros.