Porque estar al día nunca fue tan fácil

faro lariñoGalicia suma un nuevo hotel en un faro. Se trata del Faro de Lariño (Carnota) convertido en Emotional Hotel y que supone un plus de calidad para la planta alojativa de la Costa da Morte. Regentado por la familia Picallo, al igual que el Semáforo de Fisterra, este nuevo establecimiento mantiene el uso de la linterna pero convierte en alojamiento la zona correspondiente a la vivienda de los fareros. Además, en el exterior se ha ubicado una pequeña taberna, tanto para clientes del hotel como para el público en general.

En su inauguración, su gerente, Jesús Picallo, quiso poner en valor el proyecto acometido para rehabilitar una edificación que estaba en desuso, un proyecto de más de un lustro que ha visto la luz en plena pandemia pero que ya ha tenido una gran acogida. “El Faro fue construido para servir y nuestro proyecto tiene también esa misión: servir al turismo y al desarrollo económico y social sostenible del concello de Carnota, de la Costa da Morte, de Galicia y de España”, destacó. Y, ahondando en esta idea, Picallo hizo hincapié en que “el Faro está salvado para su pueblo y para todo aquel que quiera visitarlo”. Paralelamente a la puesta en marcha del hotel, el Concello de Carnota ha iniciado los trabajos de creación de un área de ocio en la parcela del antiguo campo de fútbol una infraestructura que, según Picallo, “marcará destino” junto al propio Faro. El empresario aprovechó la ocasión para pedir vías de comunicación “adecuadas” para la zona porque “crecen los territorios que están bien comunicados” -aseguró- aunque también puso en valor el “aislamiento” de la Costa da Morte, que le ha permitido mantener su carácter y es en sí un gran atractivo.

Por su parte, Alberto Núñez Feijóo -que presidió el acto acompañado del vicepresidente y conselleiro de Turismo, Alfonso Rueda, y la conselleira do Mar, Rosa Quintana, entre otras autoridades- incidió en que este proyecto hotelero “pone en valor lo que nos gustaría que fuesen los establecimientos turísticos de Galicia”. Al respecto, dio la enhorabuena a la familia Picallo “por su visión” y a la Autoridad Portuaria de Vilagarcía por haber otorgado una concesión que ha permitido “embellecer un lugar medioambientalmente protegido que ahora, seguro, está mucho más protegido que antes”.

Para el presidente de la Xunta, la rehabilitación del Faro de Lariño es ejemplo de “turismo de calidad, seguro, tranquilo, distinto y, por qué no decirlo, de mejor poder adquisitivo y que sepa admirar la naturaleza y el paisaje” y, en ese sentido, incidió en que los ayuntamientos que velan con mayor intensidad por la protección del paisaje estarán mejor posicionados en la oferta turística del futuro.

Feijóo abordó la oportunidad que supondría poder rehabilitar toda la arquitectura tradicional que existe en el litoral gallego y que es previa a la Ley de Costas, como las conserveras o las fábricas de salazón. “Es una propuesta razonable que Galicia quiera poner en valor los cientos de edificaciones tradicionales de la costa gallega como recursos turísticos, hosteleros y de restauración”, insistió. Por eso puso en valor el proyecto de la familia Picallo, que permitirá “pernoctar en un faro que funciona en uno de los lugares más hermosos de Europa”.

 

 

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