El Concello de Pontevedra advierte de las consecuencias que podría tener un retroceso en las políticas urbanísticas desarrolladas en los últimos años, y que han permitido mejorar en la conciliación entre ocio y descanso en zonas como el casco histórico. Así lo detalló el edil César Mosquera que compareció para ofrecer la posición del Concello sobre el Plan Especial de Protección, Reforma Interior y Conservación del Conjunto Histórico-Artístico (Peprica), que en la actualidad rige tanto intervenciones privadas como públicas.
O concelleiro recordó que este plan fue aprobado de manera unánime por la corporación municipal en el año 2003, tras épocas “negras” en el casco histórico en las que se vivió “una situación absolutamente tremenda en todos los aspectos: inseguridad ciudadana, las plazas y calles como almacenes de coches, problemas de convivencia con la movida nocturna…”, apuntó el edil. “Estuvimos de acuerdo en evitar que el centro histórico de Pontevedra se convirtiese en un parque temático de la hostelería nocturna”, recordó. Como consecuencia de eso “hoy tenemos un centro histórico que nada tiene que ver con aquello. ¿Tiene que mejorar? Obvio”, apuntó.
Mosquera advierte de que si se levantan las restricciones para que se puedan instalar en todos sitios establecimientos de ocio nocturno, esa “convivencia harmónica” que se da en estos momentos podría saltar por los aires. En ese sentido, calificó un posible cambio de política de “retroceso brutal” que permitiría hacer del casco histórico “un parque temático de la hostelería nocturna”; de ahí que critique las peticiones de ciertos establecimientos de que se cambie la norma y se abran más locales, incluso “con nombres y apellidos”. “Eso –dice el edil– no es interés general ni es posible”.