El cocinero Alberto Carou (del restaurante Curral do Marqués, de Rianxo) y Karina Carreira son los profesores que han impartido cerca de 700 horas a la docena de alumnos que están a punto de culminar el ciclo de Nivel 2 denominado AFD (Acción Formativa para Desempleados), que iniciaron el pasado mes de enero y que finalizará a finales del próximo mes de agosto.
Este ciclo formativo que impulsa y organiza el Concello de Boiro nace para paliar una necesidad urgente de personal de Cocina y Servicios detectada en el sector de la hostelería de la comarca de Barbanza y Arousa; una demanda que se constata en el hecho de que varios de los alumnos que están por culminar este curso ya tienen propuestas en forma para trabajar en establecimientos hosteleros de la zona
Este ciclo otorga a los alumnos un Certificado de Profesionalidad (Nivel 2); un certificado homologado por ley a nivel ministerial de España y por parte de Educación de la Xunta de Galicia y donde todos sus contenidos están regulados por un real decreto.
César Cortiñas, orientador del Concello de Boiro, explica que esta jornada de puertas abiertas del obrador está pensada para la asistencia de los empresarios hosteleros, para que conozcan las instalaciones de este centro y a la vez el nivel de capacitación con que salen de este centro formativo los alumnos, que en esta ocasión se presentaron de la mejor manera, a través de una degustación de 10 pases gastronómicos (8 salados y 2 dulces) creados y elaborados por ellos mismos.
Y este buen hacer de los alumnos (de diferentes perfiles) lo corroboraron los empresarios a través de la creatividad y técnica en la elaboración de los distintos platos. Asimismo, son los futuros profesionales quienes elaboraron en los hornos del obrador los diferentes panes y masas presentados en los platos, como el bacon, brioche, hojaldre, etc.
Por otra parte, los que culminen estos cursos y deseen optimizar más aún su capacitación a través de un ciclo de FP reglada tienen la ventaja que este Certificado de Profesionalización otorga preferencia a la hora de conseguir una plaza en cualquiera de estos centros de formación en Galicia.
Entre algunas de las propuestas presentadas por el alumnado, cabe mencionar una estupenda Empanadilla de hojaldre con solomillo Wellington de ternera gallega con una salsa de whisky; unos Capelletis rellenos de langostinos, salsa americana y pesto con esferificaciones de albahaca; un “trampantojo” de Bacalao con salsa teriyaki que semejaba unos churros con chocolate o un Minijarrete estofado envuelto en pétalos de chalote. En todo caso, también hay que reseñar que todas las elaboraciones presentadas se realizaron con productos de proximidad y a ser posible con los sellos de calidad de denominaciones de origen o IGP gallegas (quesos, verduras, miel, etc.); una condición que priorizan los profesionales que dirigen estos cursos.