El CIFP Carlos Oroza inicia este fin de semana su etapa en el Mercado de Abastos de Pontevedra, y lo hará llevando hasta la primera planta del edificio las distintas propuestas empresariales ficticias que sus alumnos han diseñado dentro de su formación académica. Así, a lo largo de los próximos sábados, los distintos grupos irán pasando por el puesto reservado para el centro, donde plasmarán su idea empresarial con un menú cerrado que representará la oferta de su propuesta de negocio. El “plato fuerte” de este camino formativo será una semana entera de apertura diaria y venta libre de comida.
Se trata de un proyecto “pionero en el Estado” –inciden desde el Concello– que une formación y preparación empresarial, al tiempo que fomenta el emprendimiento. “Hoy es un día especial para este Mercado de Abastos”, apunta la edil de Promoción Económica, Anabel Gulías, quien enmarca esta acción en el objetivo del Gobierno local de puesta en valor y recuperación del Mercado como “espacio básico” dentro de la ciudad.
Este proyecto, en el que colaboran Concello, Xunta y centro educativo, pretende convertir la Plaza en una suerte de “laboratorio” donde vean la luz ideas innovadoras y propuestas vanguardistas. “Este es uno de los proyectos más ilusionantes que tiene entre manos el Concello de Pontevedra”, señala Gulías en referencia a la recuperación y puesta en valor del Mercado. Por su parte, el director del centro educativo, Manuel Hermo, agradeció la posibilidad que se ofrece con esta iniciativa para que el alumnado “pues mostrar sus destrezas y adquirir nuevas competencias para conectar en el futuro con el mundo laboral”.
Hermo explicó que además de esta experiencia de aprendizaje, el espacio también está pensado como una aceleradora que en el futuro funcionará a pleno rendimiento. “Esto redundará en la calidad de la enseñanza y del turismo en Pontevedra”, apunta el director.
Las demostraciones culinarias que tendrán lugar los fines de semana (y para las que ya no hay plazas) tendrán un precio simbólico para cubrir costes, con un menú cerrado que funcionará como ensayo de cara a esa apertura diaria en el mes de marzo. “Tenemos una tapería, una vinoteca, un restaurante gastronómico con productos típicos de la tierra, una bocatería con productos locales… que en marzo sí tendrán venta libre hasta agotar existencias, con precio de mercado. Será un ejercicio de verdad”, avanza el profesor Ricardo Fernández.