La Asociación de Viticultura Regenerativa organiza el Segundo Simposio de Viticultura Regenerativa el lunes, 9 de mayo, en el Vinseum de Vilafranca del Penedès, que será retransmitido en directo a través de la web de la asociación www.viticulturaregenerativa.org. El certamen, con el título ‘La viticultura del cambio climático’, tiene el objetivo de concienciar a viticultores y bodegueros sobre la necesidad de cambiar el paradigma en la gestión de los viñedos para frenar el calentamiento global, además de difundir los principios de la agricultura regenerativa aplicados específicamente a la viticultura a partir de las experiencias y conocimientos de expertos y viticultores que ya han emprendido este camino.
La ponencia inaugural correrá a cargo de Joel Salatin, granjero americano convertido en referente para muchos de los nuevos ganaderos y agricultores en todo el mundo por su extravagante personalidad y alcance mediático. Salatin participará en el simposio con una intervención en video en la que abordará porqué es necesario este cambio de paradigma a partir del análisis de los problemas actuales de la agricultura y cómo la regeneración de los suelos puede ser una de las soluciones.
También participarán en el Simposio otros nombres internacionales como Pablo Borrelli, formador argentino sobre manejo holístico perteneciente al Savory Institute, o Johan Reyneke, viticultor sudafricano que se describe a sí mismo como viticultor holístico. El programa incluye expertos nacionales en agricultura regenerativa como Josep Ramon Sainz de la Maza y Manel Badia, además de Miguel Torres, presidente de la Asociación de Viticultura Regenerativa y director general de Familia Torres, quien compartirá experiencias de algunos de los miembros de la asociación que hace ya un tiempo tomaron consciencia de que era necesaria una nueva visión en el ámbito de la viticultura. “Ante la amenaza negativa del cambio climático, la viticultura regenerativa ofrece una respuesta positiva. Podemos ser capaces de devolver la vida a los suelos del viñedo, podemos hacer que nuestros suelos sean más fértiles y resilientes y, sobre todo, podemos ser capaces que vuelvan a fijar carbono atmosférico y que contribuyan así a mitigar los efectos del cambio climático como lo haría un bosque”, comenta Miguel Torres.