La playa de As Catedrais cuenta ya con cerca de 13.700 reservas para poder visitarla en esta Semana Santa, si bien la previsión es que las cifras finales se acerquen a la media de los últimos años (unas 20.000) a pesar de las malas previsiones meteorológicas. Y es que este monumento natural atrae cada vez a más visitantes y prueba de ello son las cifras récord que se registraron el año pasado, cuando visitaron el arenal ribadense más de 244.000 personas.
La playa de As Catedrais fue declarada monumento natural en el año 2005 y es una de las tres formaciones naturales existentes en la actualidad en la provincia de Lugo -junto al Souto da Retorta (Viveiro) y el pliegue geológico de Campozola-Leixazós (Quiroga)- que tienen esta consideración. Este espacio también cuenta con otras figuras de protección pues forma parte de la Zona de Especial Conservación (ZEC) de As Catedrais -dentro de la Red Natura 2000-, se integra en la zona núcleo de la Reserva de la Biosfera del río Eo, Oscos y Terra de Burón -compartida entre Galicia y Asturias- y está catalogada como punto de interés geológico por el Instituto Geológico y Minero de España.
El monumento natural tiene desde 2014 un plan de ordenación de los recursos naturales y desde 2015, un plan de conservación. Este último establece que durante la temporada alta de afluencia turística -Semana Santa y el verano- es necesario solicitar una autorización gratuita de la Xunta para acceder al arenal. El objetivo es controlar el aforo para hacer compatible el uso público de este espacio con la preservación de los valores ambientales que motivaron su declaración como monumento natural.
La vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda en funciones, Ángeles Vázquez, destacó –en una visita a la playa– la necesidad de promover actuaciones responsables entre los visitantes para preservar la flora y la fauna existentes en el entorno así como proteger formaciones geológicas singulares y de incalculable valor como es el caso de As Catedrais. En esa línea, recordó que está prohibido subir a las rocas, entrar en las cuevas o recoger piedras para evitar lo deterioro del monumento natural.