Con la experiencia de Vila sen Vento y Restaurante Piñeiro, la familia Suárez-Vence Pardina toma las riendas de un negocio de restauración y alojamiento ya existente en Aguiño (Ribeira) para sumarlo al grupo, replicando aquello que funciona en O Pino, pero dándole personalidad propia. Así, en Vila sen Vento Aguiño se practica una cocina casera, con producto de calidad y de temporada, pero donde mandan dos conceptos sobre los demás: la cocina marinera y la brasa. Por la situación del restaurante, frente al Atlántico, es obligado que los pescados y mariscos tengan una presencia destacada, pero la apuesta por el humo es la característica diferencial. “Nos especializamos en brasa porque en esta zona no hay un local así, pero la base de nuestra cocina es el mar”, detalla Paula Suárez-Vence. La carta cambia en función de lo que dicte la lonja, fundamentalmente, pero con oferta para todos los gustos. “Hemos intentado hacer una carta asequible para todo del mundo, desde quien quiere tomarse unas raciones a partir de 10 euros hasta quien quiere darse un homenaje con un pescado salvaje a la brasa”, explica Suárez-Vence. Por la semana, el local dispone de un “menú diario de mercado” –como ellos lo definen– pero también triunfa la tapa del día, un pincho con el que acompañar la consumición en la zona de barra. “Aquí hay mucha cultura del chateo y quisimos ofrecer una tapa casera todos los días, como costilla, empanada, callos, tortilla… Además, tenemos la idea de montar una barra de pinchos en verano, al estilo vasco”, avanzan desde la gerencia. La terraza es otro de los puntos fuertes del local, y tendrá una oferta gastronómica propia “con raciones fresquitas, con un toque especial”. Los postres caseros y una cuidada selección de vinos completan la oferta de este restaurante, que cuenta con un ático con cuatro habitaciones y dos apartamentos de dos habitaciones cada uno con excepcionales vistas a la Ría de Arousa.