Los venezolanos Videlva Fariñas y Rubén Torres están al frente de Sukha Funk, un restaurante donde el color es el rey. “Es el concepto en sí mismo”, puntualiza la chef. Y es que atravesar la puerta de este local es entrar en un universo donde blancos, negros y grises no tienen lugar; y no nos referimos sólo a la ambientación sino también a su oferta gastronómica, donde el sushi y las hamburguesas tienen el mayor protagonismo. La formación de Fariñas (historiadora del arte) y su experiencia en hostelería se fusionan en una propuesta donde no hay medias tintas. “Queríamos crear un espacio lleno de arte, de creatividad, de luz y color”, explica la chef. La frase de que “la comida entra por los ojos” se podría llevar aquí a la máxima expresión, pero el sabor siempre acompaña a la estética. “Hemos querido hacer una fusión entre sabores característicos de Galicia y de Latinoamérica”, explican Videlva y Rubén (a los mandos de la sala). Así, encontramos, por ejemplo, la hamburguesa GaliFunk -“una oda a Galicia”, según la chef- con pan de chorizo, carne de cerdo y ternera, queso ahumado, membrillo y salsa de pimientos de Padrón; o el sushi (que no lleva pescado crudo sino pollo, tofu o langostinos, entre otros) que aderezan con mango, maracuyá o plátano macho. Dulce, salado y picante se mezclan en propuestas coloridas pero sabrosas. Carnívoros, vegetarianos, veganos e intolerantes al gluten (no alérgicos) encontrarán opciones a su gusto. Pero que nadie piense en colorantes artificiales: los colores de los panes se obtienen con productos naturales (el amarillo con el curry o la cúrcuma, el azul con la espirulina azul, el verde con la espinaca, el rojo con la remolacha, el morado con el boniato…).