A pocos metros de la Muralla de Lugo, en el barrio de A Milagrosa, acaba de abrir sus puertas Ourizo, un restaurante que propone una cocina de producto gallego aunando tradición y técnica, tanto en la barra como en el comedor. A los mandos, el chef Andrés Castaño –bregado en Platea, Lúa o Robuchon, entre otros– que, junto a su socia Beatriz Novoa (publicista lucense), apuesta por fusionar dos conceptos que definen al establecimiento: una “barra canalla” para el tapeo informal y un comedor íntimo “que celebra el producto gallego con técnicas modernas”, explican desde Ourizo. Inspirada en una taberna madrileña y con una capacidad para veintiséis personas, la barra presenta una carta de raciones y tapas cuidadosamente elaboradas, de corte tradicional pero con el toque innovador del chef. Destacamos la Tortilla en salsa brava con oreja de cerdo frita, las Gildas de pulpo ahumado o mejillones en escabeche de calabaza o las Croquetas de palomitas de cerdo. Por su parte, el comedor presenta una carta centrada en el producto de cercanía preparado con técnicas modernas. La Empanada achispada de bacalao con pil pil, el Arroz japónica plus con erizos, calabaza y queso Shropshire o la Molleja de ternera mayor Lyo con pepitoria y azafrán son algunas de sus referencias. “Ourizo es un proyecto muy personal para nosotros, ya que no contamos con socios ni inversores. Es nuestro primer negocio juntos, y esto hace que sea muy especial por la implicación que tenemos ambos en el mismo. No sólo hablamos de la parte gastronómica, que disfrutamos muchísimo creándola, sino que también diseñamos la experiencia, la decoración e incluso hemos pintado nosotros mismos muchos rincones de Ourizo, lo que hace que cada paso que hemos dado sea inolvidable”, apuntan Beatriz y Andrés.