Porque estar al día nunca fue tan fácil

En una tierra eminentemente marcada por la producción vinícola, Ribadumia (Pontevedra), abrió sus puertas este verano O Ciprés de Villaverde, un restaurante peculiar en cuanto a su concepción y a sus diferentes espacios (no todos aún aprovechados para la causa, pero en proyecto de) que debe su nacimiento, precisamente, al vino. Y es que Belén Varela, su impulsora, llegó a la restauración de la mano del vino, sector en el que trabajó durante años y que le llevó a fundar su propia bodega. “Con la pandemia, las exportaciones -su principal canal de venta- cayeron notablemente y me vi en la tesitura de buscar una alternativa para darle salida a mi vino (Just B Wine). Tenía en mente algo de restauración, pero posiblemente no lo hubiera hecho tan rápido si no fuera por la covid-19. Tuve que cerrar los ojos y abrir esto en tiempo récord”, detalla. Y, pese a lo que podía prever, la acogida ha sido muy buena. “Está viniendo mucho profesional, clientes de perfil medio-alto y también turistas. Nos está funcionando muy bien el boca a boca”, explica Varela. La empresaria lo achaca a que “tenemos un servicio muy cuidado y materia prima de primera calidad”. Y no lo dice solo por su vino, que comparte espacio en la carta con otras referencias gallegas y españolas, sino también por la oferta gastronómica (un sencillo listado de platos en su mayoría para compartir en el que destacan el secreto, la tempura, las ‘xoubiñas’, la picaña de vaca vieja o el jamón ibérico de Extremadura) y los conciertos en vivo que de cuando en vez se celebran en el jardín exterior.

 

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