Abrió sus puertas en plenas Festas do Apóstolo, un momento en el que Compostela es visitada por miles de personas, pero el público local ha sido el que más ha respondido a su llamada. Quizá por su singularidad dentro de la oferta de la Rúa do Franco. Nómade es, básicamente, un bar de vinos, con una clara filosofía. “Nuestro corazón es el vino gallego, de pequeña producción y respetuosa con el medio ambiente. Aunque también hay vinos internacionales, variedades raras, para que la gente pueda probar cosas diferentes”, explican desde el local. La lista de vinos de Nómade no es muy larga -unas cincuenta referencias- pero prácticamente todas se pueden abrir por copa, aspecto nada sencillo en una ciudad como Compostela y en la zona en que el local se ubica. “Intentamos no caer en los tópicos”, detallan desde Nómade. Y eso se deja notar no sólo en la carta de vinos sino también en la oferta gastronómica, con propuestas sencillas en las que la técnica cede todo el protagonismo al producto, de calidad, local y de temporada. El Mercado de Abastos es quien provee de pescados, carnes y verduras, base de platos sencillos pero de gran resultado como una Empanada de “xoubas” elaborada cada día en el local, un Pulpo de la ría a la parrilla, Mejillones a la marinera o una tabla de quesos donde no faltan Savel o Josefa. También se han propuesto recuperar la tapa tradicional de “caramuxos” (bígaros) tan típica de la zona, un recuerdo a épocas pasadas en las que la calle no era patrimonio exclusivo del turismo. “Éste es un sitio al que nosotros, que lo montamos, nos gustaría venir a tomar una copa, un vermú o una cerveza y acompañarlo con algo de picar”, señalan sus responsables. “Somos gente que queremos a Santiago y queremos a la hostelería, y creo que eso se nota en nuestra forma de trabajar y en el ambiente del local”, concluyen.
Foto: Luis Polo