Porque estar al día nunca fue tan fácil

Tras una dilatada experiencia dentro del mundo de la cocina en Galicia y en su país de origen, Italia, el chef Teo Iannotta regresa a los fogones gracias a su nuevo y rompedor proyecto en Ribadumia, Muiño de Rvdiño, un coqueto restaurante que está rodeado de historia y de misterio. Y es que pocas veces se tiene la oportunidad de disfrutar de una buena comida dentro de un antiguo molino restaurado y de no saber qué es lo que se va a degustar; unas características únicas que han hecho que este local esté siendo todo un éxito. La apertura de este restaurante, que solo cuenta con cinco mesas, es fruto de una sinergia entre la bodega Lagar de Pintos, propietaria del lugar, y el chef. “Cuando vi el molino se me abrieron las puertas y dije: esto es para mí. Deseaba un restaurante a medida en el que poder interpretar mi idea de cocina. Aquí no tengo carta”, explica Iannotta. Con una apuesta gastronómica atrevida -basada en la fusión de la cocina gallega e italiana y en productos frescos y de temporada-, los comensales tanto pueden disfrutar de un plato de Fettuccini con centolla como de un Solomillo, es decir, según lo que el chef decida para ese día. “Es probable que en las cinco mesas haya cinco tipos de menús distintos”, señala Iannotta. Para la carta dulce propone algunos postres típicos de Italia, como la Panna cotta, el Tiramisú o las Milhojas. Pero hay un factor del local que marca la diferencia: el vino. “Tenemos 130 referencias de vinos gallegos, españoles, franceses, italianos, sudafricanos, pero con la idea de ampliar la oferta”, adelanta el cocinero.

 

 

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