Porque estar al día nunca fue tan fácil

“Buscamos crear un punto de encuentro, como los bares de antaño que eran como centros sociales y donde no faltaba ni la gastronomía ni el ocio, en nuestro caso, dado por este piano de cola que tenemos y que nos permite ofrecer conciertos, jazz o bossa nova”. Así define su nuevo local Carlos González, emprendedor cocinero que desde hace pocos años insinúa muy buenas maneras al frente de su restaurante Merenzao, en Sober -su tierra de origen-, de la cual ahora exporta ahora a Vigo esa cocina de brasas, arroces y guisos que lo han convertido en referencia gastronómica en la Ribeira Sacra. Monfortino -que así se llama el local- está muy bien situado, a metros de la Gran Vía y de un conocido centro comercial. Dispone de una cocina abierta y cuenta con un salón espacioso y una ambientación de blancos y oscuros, donde el comensal no deja de sorprenderse con un mobiliario como el piano, poco común pero que agradece, sobre todo los fines de semana, cuando sus teclas casi no tienen descanso. Para Carlos González lo importante es “que la gente aquí se sienta a gusto”, de ahí su propuesta mañanera de contundentes desayunos y almuerzos; “un establecimiento pensando en esos cafés de París o Ginebra que ofrecen algo más que gastronomía, un poco de arte que en nuestro caso es la música”, explica el cocinero que destaca que todas sus elaboraciones, dulces y saladas, son caseras. Monfortino es también un establecimiento propicio para la merienda y, por supuesto, para los almuerzos y cenas “porque es, principalmente, un restaurante”, comenta Carlos González, “por eso nos traemos esa cocina del interior con todos sus buenos productos que es la que más nos gusta y a nuestros clientes igual; con la idea de aportar algo diferente a la oferta de Vigo”, enfatiza. Monfortino tiene algo de aquella cocina de nuestras abuelas, contundente pero sin artificio ninguno en cuanto a su elaboración. Aunque el chef repite que “somos cocineros antes que nada y eso es lo que ofrecemos”, apunta que “Monfortino será también lo que los clientes quieran que sea: un restaurante, un lugar para desayunar o un espacio para compartir un almuerzo entre amigos escuchando música en vivo”. Visto lo que hay puede ser todas esas cosas y quién sabe si algo más.

 

 

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