Decir Loliña es decir uno de los grandes templos gastronómicos de la ría de Arousa. Aunque cerró sus puertas en 2021, azotado por la crisis del covid y la falta de relevo generacional, el restaurante sigue en la memoria de los amantes del buen producto y la buena cocina… pero también del buen trato y el buen servicio. Y de todo ello se ocupó durante décadas Dolores Bóveda Ríos, quien con su diminutivo “Loliña” puso nombre al establecimiento y le dio alma y sentido.
Dolores Bóveda falleció este sábado a los 90 años y sus restos ya descansan en el cementerio de Carril, localidad que contribuyó a poner en el mapa gastronómico gallego; lugar de culto para los gustosos del buen comer, entre los que se encontraban no pocos personajes famosos, y que llegó a lucir una estrella Michelin.
Familiares, amigos y vecinos despidieron este domingo a Loliña, una de las grandes damas de la cocina gallega que deja un vacío difícil de llenar.
(Foto: Mónica Irago – La Voz de Galicia)