El grupo Abastos no deja de crecer, siempre alrededor de la Plaza compostelana –si exceptuamos Loxe Mareiro– porque “hacer barrio” es una de sus señas de identidad. Entre las últimas incorporaciones encontramos A Café, una suerte de restaurante de desayunos, aunque no es sólo eso. Quizá el concepto que mejor podría definir el local es el de un obrador polivalente donde la oferta dulce, elaborada a diario en el propio establecimiento, es la reina. Tarta de Santiago, bica, palmeras, brownie de harina de castaña, galletas de chocolate… para los más golosos (aunque el punto de azúcar es el justo). Para los amantes de lo salado, A Café también ofrece una pequeña carta de platos sencillos y sabrosos -partiendo de que sólo dispone de una plancha y un pequeño horno- donde encontramos los famosos ‘Entrepanes’, una tortilla enrollada, las ‘Farangullas’ (pan de maíz, panceta y huevo) o diferentes tartas saladas. Todo el producto se compra, en lo posible, en la propia Plaza; y lo que no, a proveedores cercanos y de máxima confianza. Así sucede con el café, de especialidad, que compran en verde y tuestan a su gusto, de diferentes orígenes y presentado en diversas elaboraciones (desde un clásico espresso a la Chemex o la V60), acompañado de leche fresca de la Ulloa. Y también sucede con los ‘Remedios’, una línea de bebidas artesanas que incluye té, limonada o kombucha, todas sin alcohol y elaboradas con ingredientes naturales y saludables. La polivalencia se pone de manifiesto también por las noches: los jueves, cuando se celebran las ‘Sesiones golfas’ con cocineros invitados, y los viernes y sábados, cuando A Café abre como un bar de vinos, con una oferta de tapas para acompañar.
Foto: Luis Polo