La Confederación de Empresarios de Lugo (CEL) ha firmado ante notario la escritura de constitución de la Fundación Agroalimentaria Gallega, una entidad que nace -indican desde la CEL- para “generar sinergias y promover acciones que contribuyan a impulsar un sector fundamental para la economía provincial, el agroalimentario”, si bien su ámbito de actuación no se circunscribe a Lugo, sino que abarcará a toda la Comunidad Autónoma. Con la firma de la escritura se constituye también su patronato fundacional, que inicialmente estará integrado por Carlos Cebrián Escobar, en representación de la empresa Suministros Megaro Foods S.L., que ejercerá como presidente; Jaime López, secretario general de la CEL, que ejercerá como director gerente de la Fundación y Eduardo Valín, de Embutidos Montepicato S.L., que desempeñará funciones de tesorero.
El fin general de la nueva entidad será el de “agrupar a diferentes organizaciones empresariales, empresarios individuales, entidades mercantiles empresariales y distintas entidades de la Comunidad Autónoma Gallega con el objeto de fomentar y promover el sector agroalimentario gallego con el siguiente desarrollo y potenciación del medio rural en Galicia”. Con mayor concreción, la Fundación Agroalimentaria Gallega busca que las empresas del sector agroalimentario puedan terminar ciclos productivos en Galicia e incrementar el valor del PIB comunitario.
Según puntualizan desde la CEL, entre los objetivos de la Fundación Agroalimentaria Gallega se encuentran “la puesta en marcha de un proyecto global de cooperación entre los distintos estamentos de la sociedad de la Comunidad Autónoma de Galicia con el fin de relanzar el sector agroalimentario gallego; impulsar la consolidación del sector a través de la innovación y la tecnología; aglutinar y apoyar iniciativas para hacer frente a los retos de la industria en áreas como digitalización, automatización, sostenibilidad y desarrollo de productos innovadores y/o con valor añadido; captar y atraer inversiones viables con la consiguiente generación de puestos de trabajo; impulsar y promocionar iniciativas en materia de internacionalización de las empresas agroalimentarias gallegas o fomentar la economía social en el sector agroalimentario gallego”, entre otros. Para la consecución de estos objetivos, la Fundación prevé la realización de una serie de acciones y, como paso previo, la elaboración de “un estudio de diagnóstico y perspectiva que analice en profundidad las prioridades de actuación”. Ente las actividades a diseñar se encuentran desde la organización de “actividades formativas” especializadas, así como “promover estudios y publicaciones”, instituir premios “como elemento impulsor de iniciativas empresariales” y, en general, “coadyuvar en la potenciación del medio rural gallego”.
De forma paralela, la CEL impulsa también la puesta en marcha de la Escuela de Carniceros de Galicia. Con sede en Castro de Rei, este centro formativo especializado ya tiene sus instalaciones preparadas para comenzar a impartir cursos específicos para el sector cárnico. De hecho, ya ha iniciado formaciones en colaboración con la Cruz Roja. A través de esta Escuela se realizarán acciones en busca del cumplimiento de un doble objetivo: “formar personal especializado para diferentes actividades del sector cárnico y perfiles que en estos momentos no se encuentran en el mercado laboral, y contribuir a la inserción laboral de los alumnos formados, puesto que la formación que se ofrecerá en el centro estará estrechamente vinculada a ofertas laborales de empresas del sector”, indican sus impulsores.
El presidente de la Deputación de Lugo, José Tomé Roca, alaba estas iniciativas porque sus objetivos -dice- “están en sintonía” con una de las líneas de actuación prioritarias de la institución provincial, como es “el apoyo a los sectores productivos, específicamente el sector primario como motor de la economía de nuestra provincia y fundamental para fijar población en el rural”.